UTEP: “No hay ninguna perspectiva de generar empleo ni registrar al trabajo de la economía informal”

La UTEP salió a cruzar al Gobierno, luego de que el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el vocero presidencial Manuel Adorni aseguraran que con el plan Volver al Trabajo, que reemplazó al Potenciar, “hubo un cambio cultural en la búsqueda de capacitación y oportunidades laborales”. Es que el argumento oficial es que están haciendo las cosas tan bien que ya se reempadronaron “voluntariamente” 600 mil beneficiarios. Sin embargo, la UTEP aclaró que las personas se anotan para seguir cobrando, como lo hicieron en todos los reempadronamientos, y planteó que hasta ahora lo único que hizo el Gobierno fue abrir una página en internet. “Lo que está ocurriendo es totalmente al revés de lo que dicen, los trabajadores cada día están peor y no vemos ninguna intención ni ninguna perspectiva de generar empleo registrado y mucho menos de registrar el trabajo que se desarrolla en el marco de la informalidad”, señaló Johanna Duarte desde la organización.

Este miércoles, la Utep realizará un Feriazo frente al Congreso, a partir de las 9 de la mañana, para mostrar los trabajos de la economía popular y reclamar políticas para su fortalecimiento. Allí comercializarán verduras, panificados y confecciones de sus polos textiles, entre otros productos. En el Feriazo pasado, que se realizó antes de la sanción de la Ley Bases, participaron también bloqueras, cooperativas que trabajan en la urbanización de barrios populares, cuidadoras de jardines comunitarios e integrantes de comedores y merenderos. Estos emprendimientos y espacios de cuidado han sido desfinanciados en la gestión de Milei, que con Sandra Pettovello como ministra de Capital Humano redujo a su expresión mínima las obras de urbanización, le quitó fondos a los Espacios de Primera Infancia -incluso a los que contaban con financiamiento de organismos internacionales-, suspendió la compra de guardapolvos a los polos textiles y sigue sin enviar alimentos a los comedores.

Este lunes, el secretario de Trabajo Cordero anunció que 600 mil titulares del ex Potenciar se reempadronaron en el nuevo programa, y lo consideró una muestra de “un cambio cultural” en el que ya no habrá “intermediarios” -el modo en el que el libertarismo considera a las organizaciones barriales. Cordero añadió que “los beneficiarios de programas sociales están activamente buscando mejorar sus competencias laborales para ingresar al mercado formal”.

A su vez, el vocero Manuel Adorni dijo que el programa “representa una oportunidad de empleo” y que las inscripciones “demuestran que el aumento de los planes no ha sido culpa de la gente sino de los políticos que han querido siempre vivir de ellos”.

Los medios afines al mileísmo apuntaron incluso que el gobierno está “sorprendido” con la buena respuesta y que “crece el interés de las empresas” en dar empleo a quienes se capaciten.

Pero la registración en el programa Volver al Trabajo es obligatoria para poder seguir cobrando el antiguo Potenciar y no tiene nada que ver con que haya un shock de confianza sobre que por fin el gobierno ha creado un camino desde los planes sociales al empleo formal, cuya falta, lamentablemente, responde a cuestiones estructurales y que no dependen del deseo o las ganas que le ponga quien cobra un plan social.

“El gobierno intenta instalar que hoy ‘gracias a que ha terminado con los intermediarios’, los trabajadores tienen mayor libertad y que a partir de eso se avanzará en la línea de generar empleo. La realidad es que no hicieron nada más que una plataforma donde los compañeros tienen que cargar sus datos . Mientras tanto, hay una situación de mucha complejidad entre los trabajadores de la economía popular, porque obviamente al estar congelado su salario en 78.000 pesos es muy difícil vivir. Los polos textiles están muy perjudicados por la apertura de las importaciones, y también los cartoneros con la cuestión del precio del cartón, que cayó y encima se empezó a importar. Obviamente que hay un enorme retroceso”, sostuvo Duarte.

“La actividad no solamente va a tener el perfil de un Alimentazo, sino que la idea es poder plantear también las consecuencias de la Ley Bases y el Pacto de Mayo, con la entrega de los recursos naturales y la pérdida de la soberanía”, agregó.

Las trabajadoras de comedores y merenderos van a servir en el Feriazo una chocolatada. Las cocineras, que durante la pandemia demostraron lo esencial del trabajo sociocomunitario, hoy tratan de dar respuesta al aumento de la indigencia y vienen pasándola mal. El gobierno no sólo dejó de enviarles alimentos a las organizaciones sociales, sino que inició además una campaña judicial y mediática contra los comedores. “Allanaron a compañeras que, en medio de esta gravísima crisis, abren las puertas de su casa para dar de comer en un barrio popular”, señaló Andrea Flores, de Somos Barrios de Pie.

Este movimiento lanzó la semana pasada una Escuela de Cuidados Comunitarios, para dar respaldo a las trabajadoras del sector y sostener la discusión pública sobre el tema. “Las trabajadoras sociocomunitarias, si bien han logrado hacer visible que existen y la importancia de lo que hacen, no tienen reconocimiento económico. Durante la pandemia consiguieron un bono de 5 mil pesos, que luego no fue actualizado. Desde diciembre todas las políticas de cuidado pasaron a ser desmanteladas, los comedores y merenderos son más necesarios que nunca: hemos hecho relevamientos que nos muestran que en los barrios populares 6 de cada diez personas sufren de inseguridad alimentaria severa, como también lo vienen planteando el Observatorio de la Deuda Social, de la UCA, y Unicef”.