Un nuevo viaje personal disfrazado de visita de Estado


Javier Milei
 llegará este viernes a la madrugada a Madrid, donde no se reunirá con su par Pedro Sánchez ni con la Corona real ni con ninguna otra autoridad oficial española o del resto de los países europeos. A juzgar por el itinerario que difundió Casa Rosada, se trata de un viaje desprovisto de cualquier justificación institucional. La primera actividad de su agenda, de hecho, es personal: presentará este viernes “El Camino del Libertario”, el libro de su autoría que la Editorial Planeta debió retirar de las librerías porque la solapa mentía sobre su formación académica. Luego tendrá, el sábado, un desayuno con empresarios; y el domingo, el plato fuerte: dará un discurso en un acto proselitista de sus amigos de la ultraderecha vernácula, encabezados por Santiago Abascal, referente del partido falangista Vox. En poco más de veinte días se celebran las elecciones para el Parlamento Europeo y la gala a la que fue invitado forma parte de la campaña. Como es el único mandatario en funciones que participará –tanto Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia, como Viktor Orban, primer ministro de Hungría, lo harán de manera virtual– Milei tendrá una alfombra roja casi para él solo, desde la que podrá alertar al mundo acerca del regreso del fantasma del comunismo, tal como ya lo hizo sus giras internacionales anteriores.

“Javier Milei estará en España con Santiago Abascal. ¡Ven a verles sacudir a los zurdos en directo! ¡No te lo puedes perder!”, dice –más bien grita– la invitación de Vox vía Twitter a la disertación del Presidente argentino, que tendrá lugar en el Palacio Vistalegre Arena de Madrid. El evento fue bautizado “Europa Viva 24” y será una suerte de cumbre de la ultraderecha regional, pero también mundial. Además de Milei y su amigo Abascal, estarán el exprimer ministro polaco Mateusz Morawiecki y los excandidatos presidenciales Marine Le Pen (Francia) y Claudio Katz (Chile). Un Line-up un tanto deslucido (sin Meloni ni Orbán), aunque realzado por el contexto electoral europeo.

Dadas las características del acto, se espera que tenga un fuerte contenido en contra de “la burocracia de Bruselas”, como se le llama a los funcionarios del Parlamento Europeo, con sede en la capital de Bélgica. Tanto Vox como el resto de la ultraderecha regional espera aprovechar el conflicto que desató el “Paquete Verde Europeo” –una serie de medidas contra el cambio climático– para posicionarse de cara a los comicios convocados para el fin de semana que va del 6 al 9 de junio. La “burocracia” del parlamento es el nuevo objeto de odio de varios sectores del electorado, en especial de los productores agrarios enfrentados al paquete “verde”. En ese marco, el discurso “anti casta” de Milei tendrá un eco evidente. Lo mismo que el resto de su prédica: entre sus amigos de la ultraderecha no hay casi ninguno que no apele a las consignas antiderechos, antiinmigrantes y antifeministas, o que no considere que la agenda que busca revertir el calentamiento global forma parte de una conspiración de las élites contra el “ciudadano común”.

Si bien el carácter político-partidario del viaje se cae de maduro, en Casa Rosada hicieron lo imposible por intentar maquillarlo con algún tipo de agenda a la altura de un presidente en funciones. El vocero Manuel Adorni afirmó que el viernes Milei compartirá un desayuno con hombres de negocios, de la que participarán también su hermana Karina y el embajador argentino en España, Roberto Bosch Estévez. Si bien el Gobierno no confirmó quiénes serán esos empresarios, Adorni dijo que “una vez que lo comuniquemos, verán la relevancia que tienen”. “Muchos de ellos tienen intereses en nuestro país”, agregó.

Pero lo cierto es que el propio Milei ya había anunciado la gira –y sus motivos– en un posteo en Twitter a fines de marzo: “Santi, ahí volveré a estar con ustedes, querido AMIGO! VIVA LA LIBERTAD CARAJO…!!!”, había escrito, acompañando el mensaje con un video en que el propio Abascal invitaba al acto. Milei ya había estado en España en 2022, siendo diputado nacional. Desde allí tejió su vínculo con Vox, que llega hasta hoy. 

La primera parada en Madrid será la presentación de “El Camino del Libertario”. La actividad está agendada para este viernes, en la redacción del diario “La Razón”, opositor a Sánchez y propiedad de Planeta, la editorial que le publicó el libro. Lo curioso es que, en un episodio un tanto vergonzoso, una tirada de ejemplares fue sacada de circulación por la propia editorial, que debió hacerlo, básicamente, porque Milei mintió nada menos que sobre su biografía: en la solapa original decía que se graduó en la UBA y que realizó un doctorado en California, dos datos falsos. 

Planeta tuvo que pedir disculpas: “La biografía del presidente Javier Milei que figura en la edición española de su libro El camino del libertario, publicado a través del sello editorial Ediciones Deusto, contiene datos erróneos. Pedimos sinceras disculpas por el fallo y procederemos al retiro de las librerías españolas de dicha edición para reemplazarla por una nueva, con los datos correctos”. 

¿Quién paga la cuenta?

Adorni omitió en su conferencia de prensa dar cuenta de los gastos que supone el viaje, que en última instancia paga el Estado. Dijo que lo confirmará una vez que el Presidente esté de regreso. Dado que no es la primera vez que Milei realiza una gira sin una agenda oficial concreta que lo justifique, y que la mayoría de las veces participó solamente de eventos privados o para la foto con empresarios y ex presidentes –casos Donald Trump y Elon Musk, por duplicado– la circunstancia fue aprovechada por la oposición para pedir explicaciones. 

Los diputados nacionales de Hacemos Coalición Federal, Oscar Agost Carreño y Margarita Stolbizer, presentaron este jueves un proyecto para que el Ejecutivo rinda cuentas sobre los viajes realizados por Milei hasta ahora. Concretamente, pidieron “información detallada sobre las razones de dichos viajes, el itinerario de las visitas, las actividades en las que participó el presidente, así como también los fondos utilizados y el costo de cada uno de los viajes”. 

En su informe ante el Senado de esta semana, el jefe de Gabinete Nicolás Posse informó que el Gobierno lleva gastados más de 206 millones de pesos en las sucesivas giras por el exterior. El dato toma relevancia en el contexto de que –salvo su participación en el Foro Económico de Davos, en enero, y sus visitas a Israel y el Vaticano, en febrero– el resto tuvo, como en este último caso, un carácter partidario y personal. En ese listado entran sus tres viajes a Estados Unidos:

–El del 23 de febrero a Washington que duró 3 días y le sirvió para estrecharle la mano a Trump, tras bambalinas luego de haber disertado en la “Conferencia Política de Acción Conservadora”.

–El del 10 de abril a Miami y Texas, en el que fue nombrado como “embajador internacional de la luz” por parte de la organización Jabad Lubavitch, y en el que tuvo su primera foto con Musk. 

–El del 6 de mayo, esta vez a Los Ángeles, donde se volvió a fotografiar con Musk y dijo que el futuro de la humanidad estaba en el planeta Marte. 

El escándalo de las “sustancias”

España no es un destino cualquiera, ya que Milei viene de cruzarse –y feo– con su par Pedro Sánchez. Todo empezó después de que el ministro de Transporte español, Oscar Puente, tuvo la mala idea de decir explícitamente que Milei “ingiere sustancias”. La contestación del Gobierno argentino incluyó una referencia al escándalo de corrupción de la esposa de Sánchez, lo que derivó en un conflicto bilateral. Adorni dejó abierta la puerta a una recomposición, al menos para lo formal, de esa relación –que quedó absolutamente rota–, cuando Milei encare un posible nuevo viaje a España en las próximas semanas. 

Un dato curioso: el comunicado de respuesta de la Oficina del Presidente acusa a Sánchez de haber puesto “en riesgo a las mujeres, permitiendo la inmigración ilegal”. La frase nada tiene que ver con la realidad argentina ni con el lenguaje habitual local, y hay quienes sugieren con malicia que pudo haber sido redactada, directamente, por la propia gente de Vox.