La justicia les otorgó una restricción perimetral contra Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta y lo citó a una audiencia en mayo. La acusación involucra violencia física, psicológica y económica.
“Las hermanas Carmelitas son personas cristalinas y transparentes: no mienten. Que la Madre Priora haya llegado al punto de realizar esta denuncia quiere decir que lo hace desde el estado de desesperación más grande que le puede traer el miedo“, dijo a Infobae la abogada Claudia Zerda Lamas, quien está a cargo de la acusación de las tres monjas de clausura de la orden Carmelitas Descalzas contra el Monseñor Mario Antonio Cargenello.
“Se ha llegado a un punto límite tal de dolor y sufrimiento que no le quedó otro camino a la Madre Priora que instruirnos para poner freno a esta serie de amenazas y descalificativos. Es un sufrimiento muy agraviante que no es un hecho aislado. Es consecuencia de muchos años de malestar con el señor Arzobispo”, agregó la abogada.
“Lo que la denuncia busca es que cese el peligro y cesen los actos de violencia física y/o psicológica contra la Priora y también contra las otras hermanas Carmelitas que están dentro del monasterio. Lo que están sufriendo es por su condición de mujer”, apuntó la abogada.
Zerda asegura que todo el maltrato se ve agravado por la relación de poder que implica la superioridad jerárquica que tiene el Arzobispo en el plano eclesiástico.
La denuncia no solo apuntó contra Cargnello, también lo hizo contra el obispo emérito Martín de Elizalde y agregó luego al sacerdote colaborador de la Catedral salteña Lucio Ajaya.