En los galpones de Capital Humano no sólo se acumulan toneladas de alimentos sin repartir, sino que además, mientras el país atraviesa el invierno más crudo de los últimos sesenta años, permanecen retenidas al menos unas 65 mil frazadas. El referente de la organización Proyecto 7, Horacio Ávila, denunció en diálogo con Página/12 que esas mantas podrían servir para cobijar a las personas en situación de calle, las que más están sufriendo la ola polar. Desde fines de mayo fallecieron por lo menos 15 personas sin techo en todo el país, en su mayoría por hipotermia. Ávila relató a este diario que elevó ese mismo planteo ante distintos funcionarios que responden a Sandra Pettovello, pero hasta ahora no obtuvo respuesta. “No encontramos ninguna explicación para que no las repartan. Es una perversión y una falta de empatía con el pueblo que no tiene precedentes”, sostuvo.
Este diario dio a conocer hace un mes el listado de productos que tenía en stock el ministerio de Capital Humano desde diciembre pasado y que habían sido heredados de la gestión anterior. El catálogo formaba parte de una auditoría interna que lleva la firma de la propia Pettovello y, además de contar con el stock de alimentos, figuraban otros elementos, entre ellos colchones, ropa y también frazadas. En total, el stock inicial era de 81.861 mantas listas para repartir en invierno. De ese total “habrán repartido, con toda la furia, unas 15 mil. Del resto no tenemos ni noticias”, denunció Ávila.
Según figura en esos mismos registros de Capital Humano que publicó Página/12, al 10 de diciembre había unas 16.500 frazadas de una plaza y 5.998 de dos plazas guardadas en el depósito de Villa Martelli, más otro lote de 41.370 de una plaza en Tafí Viejo, en Tucumán, y otro de 18.000 en el galpón que el ministerio administra en el barrio de Palermo.
“Da mucha vergüenza. Tienen toneladas de alimentos que no quieren entregar, a pesar de que la justicia se lo ordenó. Y ahora se le suma que tiene guardadas las frazadas, en medio de una ola polar y de decenas de muertes”, apuntó el dirigente fundador de la organización Proyecto 7, que se dedica a la problemática desde hace casi dos décadas.
Un reparto ineficiente
Ante la consulta de este diario, desde el entorno de la ministra aseguraron que “se están haciendo envíos al sur constantemente de frazadas y abrigos”, con énfasis en la Patagonia. A fines de junio, Pettovello coordinó junto al ministro de Defensa, Luis Petri, la entrega de frazadas y ropa para las provincias de Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Río Negro, azotadas por temperaturas extremas. “En los próximos días distribuiremos más”, agregan.
El operativo conjunto fue realizado el 28 de junio, cinco días después de que se confirmara oficialmente la primera de las muertes en el sur por la ola polar. Fue en Caleta Olivia, Santa Cruz y se confirmó el domingo 23 del mes pasado. Se trataba de un varón de 59 años, Óscar Víctor Quinteros, cuyo cuerpo fue encontrado por sus vecinos en un descampado. La autopsia reveló que sufrió un paro cardiorespiratorio como consecuencia de las bajas temperaturas.
Ávila desmiente que las mantas se estén entregando según las necesidades del invierno, y recuerda que en años anteriores, el Estado no sólo repartía mantas –a través de las organizaciones como Proyecto 7 y otras asociaciones de asistencia– sino kits de frío, camperas y colchones, muchos de los cuáles provenían de incautaciones en la aduana. Los envíos, desde la llegada del gobierno libertario, se cortaron.
También recuerda que está vigente la ley nacional 27664 que protege los derechos ese sector de la población, que está en el peor de los mundos. La ley fue sancionada en la pospandemia e implementada a medias por el gobierno anterior. El referente sostiene que Pettovello la está desfinanciando: en la última reunión que mantuvo con funcionarios del ministerio, le dijeron que el Gobierno no tiene pensado armar nuevos centros de integración, pero sí construir “más duchas” en los centros urbanos. “Es algo insólito. Por supuesto que cuando nos dijeron eso, nos levantamos y nos fuimos”.
Por ese tipo de planteos, Ávila fue amenazado de muerte. “Hay una bala en tu nombre”, fue el mensaje que recibió, en su casa, hace apenas unos días.
Los muertos por el frío
Desde el comienzo del invierno, según pudo relevar este diario, ya murieron ocho personas en situación de calle sólo en la Ciudad de Buenos Aires. La última se confirmó este jueves a la mañana, sobre Av San Juan 1619. Se trataba de un varón de entre 60 y 70 años, todavía sin identidad, que no presentaba signos de violencia o heridas en su cuerpo, según el parte policial.
Pero las muertes por hipotermia en medio de la inasistencia no finalizan en General Paz. Sin frazadas que lleguen del Estado nacional, Salta fue el primero en registrar fallecidos por las bajas temperaturas en mayo. Se trató de dos personas en situación de calle, que murieron sin la posibilidad de hospedarse en refugios y sin el abrigo necesario para soportar heladas de menos de cero grados.
Los casos se repiten en todo el país en el último mes y medio:
- El padre de Lucas Cárdenas entró en shock cuando encontró a su hijo de 26 años muerto en una casa en construcción, en el cruce de las calles 3 y 4 de Río Gallegos. Los primeros informes de la autopsia hablaron de hipotermia: por esos lares, a las heladas que llegan hasta los menos diez grados también hay que sumarle las ráfagas de viento.
- Fernando Guccini Sousa Vieira, camionero brasileño, se congeló en el pasaje Uspallata, cuando demoraba su paso a Chile.
- En Mar del Plata hallaron muerta a una mujer NN en situación de calle en plena Plaza Roche.
- El crudo invierno en Corrientes se llevó la vida de Ceferino Giménez, un hombre de apellido Coronel y de Eduardo Mario Gil, todos por hipotermia.
- En la madrugada del sábado, en la Ciudad de Santa Fe, el frío provocó la muerte de una mujer de 59 años que esperaba el colectivo en el barrio Altos de Noriega.
Ante ese panorama, el Gobierno nacional parece haber dejado en claro una clara directiva: “si tenés frío, jodete”, porque sino no se explica que en el segundo junio más frío de décadas haya más de 65 mil frazadas que juntan polvo en los depósitos de Capital Humano.