El off que disparó la letal carga del kirchnerismo contra el saliente ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas ya es historia. También lo es la gestión del hasta este sábado alfil albertista, elogiado por algunos mensajes de industriales que se conocieron en las últimas horas, pidiéndole a Daniel Scioli “que siga con lo que se estaba haciendo”. Pero mientras se asiste a ese ‘réquiem’ en el Gabinete, lo cierto es que al mediodía del domingo no se conocía la renuncia de Kulfas, y su cuenta en Twitter permanecía en estruendoso silencio desde este sábado a las 12.15. Casi la misma hora en que la carga K contra su línea de flotación ya era imparable.
El entonces ministro se limitó a postear un aviso de Producción, contando algunos logros de gestión. “El empleo registrado privado en las PyMEs marcó en el primer trimestre de 2022 una suba de 112 mil puestos de trabajo en comparación con igual período del año anterior. La reactivación continúa”, señaló la cuenta de Kulfas ayer, antes de entrar en el silencio que preanunciaba la despedida. Corrían en ese posteo imágenes de trabajadores, casi todos sonrientes, antes de cerrar con el nuevo logo oficial de “Primero la gente”.
Luego de ese mensaje en su cuenta de Twitter, y ya con el escándalo desatado con las acusaciones de la Secretaría de Energía en marcha, escalado luego a volcánico por el posteo de Cristina Kirchner, algunos de los comentarios le pedían a Kulfas que renuncie, otros cuestionaban ese off en el que pretendía vincular al kirchnerismo con los negocios de Techint, pero lo cierto es que Kulfas no dijo redes ni una palabra más. Incluso hay interés en conocer el texto de su renuncia, y el tono de su “agradecimiento a la confianza dispensada” con el que los funcionarios suelen trajinar sus salidas, pensando en nuevos destinos. Políticos, claro.
Los senadores de Juntos por el Cambio, por su parte, señalaban este sábado que “exigirán al Poder Ejecutivo precisiones respecto a las denuncias” que se dejaban ver en ese off, antes de que Cristina lo considerara “muy injusto y doloroso”, disparando la lapicera de Alberto Fernández.
Para graficar su distancia de las sospechas que quiso sembrar el kulfismo, el Presidente señaló lo “éticamente reprochable” de tales mensajes “en off en desmedro de otro”, resaltando además que, a diferencia de su ex ministro, él sí confía en la “integridad moral y la idoneidad de quienes llevan adelante la licitación del gasoducto Néstor Kirchner”:
Finalmente, queda citar que Marcelo Fernández, el titular de la Confederación General Empresaria de la República Argentinas (CGERA), fue uno de los que pidió que “se mantengan los programas que venían llevándose adelante, sobre todo el de Argentina Productiva 2030”, lanzado por Kulfas a fines de marzo, considerándolo como “una hoja de ruta que proyecta crear más de dos millones de puestos de trabajo asalariados formales en el sector privado, sacar a nueve millones de argentinas y argentinos de la pobreza y crear más de 100.000 empresas”.
Fernández indicó que los pequeños y medianos empresarios esperan que Scioli “le de continuidad a las políticas de subsidios de tasas y de apoyo a las pymes” vigentes. “Si es así, va a contar con nuestro apoyo”, señaló.