Qué golazo tremendo metió Aliendro y qué desahogo inconmensurable tuvo Demichelis este miércoles por la noche en el triunfo agónico de River por 2 a 1 sobre Estudiantes para salir campeón de la Supercopa Argentina disputada en Córdoba. Una muy buena final, con las dos hinchadas in situ y repleta de aristas, que parecía se la llevaba el Pincha pero terminó en vitrinas del Millonario. Aquí, un repaso de este nochón.
Micho, el distraído
Buena parte de la previa pasó por el cara a cara entre Enzo Pérez y Demichelis. La salida del capitán de River a fin de año se develó luego como producto de una mala relación con el DT, por lo que el reencuentro era uno de los eventos de la noche. Finalmente, tras las fotos de los equipos, el mendocino emprendió una larga caminata hacia el banco millonario, donde Demichelis se encontraba mirando decididamente para otro lado, en una gran muestra de elasticidad de su cuello. La escena terminó con el DT casi que “sorprendido” -para quien elija creerle- por la presencia del volante, que le estrechó la mano caballerosamente antes de pasar a darse abrazos con sus excompañeros. Round para Enzo.
El factor Enzo Pérez
Distraído como su DT arrancó River la gran final o, al menos, Estudiantes lo hizo muy concentrado. El Pincha salió a jugar en campo rival y encontró premio instantáneo luego de una secuencia perfecta: taco del chileno Altamirano, centro inmejorable del colombiano Cetré y cabezazo certero de Correa para dejar sin chances a Armani a los tres minutos.
Si se esperaba una final con River dominando y Estudiantes aguantando, el 1-0 tempranero no hizo más que cumplir con la predicción. Pero para mala suerte millonaria, la inspiración ofensiva inicial del Pincha se trasladó más tarde al otro lado de la cancha, con un Mansilla majestuoso en el arco platense. Para citar una de sus muchas excelentes intervenciones, vale mencionar el zapatazo que le atajó a Borja en el primer tiempo, tapado y tras un rebote.
Demichelis intentó corregir la historia moviendo el banco, pero el cambio que cambió todo fue la salida de Enzo Pérez. Casi que metafísica la cosa: el volante fue reemplazado a los 78 y un minuto después llegó el empate, con un remate de Solari que se desvió en Zaid Romero, acaso la única manera de vencer a Mansilla. La otra fórmula la tenía Aliendro, quien esperó pacientemente en el banco hasta los 87 para, unos minutos después, sacar un bombazo memorable -ojo, tras una falta no cobrada a Cetré en la jugada anterior- que se convirtió en el 2-1 e hizo delirar a todo River, sobre todo a Demichelis, quien lo festejó gritando de cara a la tribuna hasta que sus asistentes fueron a contenerlo. Un título más para River, un desquite bárbaro para el DT, que terminó llorando.
Demoliendo teles
La Supercopa dejó mucho dentro de la cancha pero también fuera. Es que habrá que ver cómo continúa la disputa entre la AFA, la empresa Torneos y ESPN/Disney tras el papelón de la televisación. Según anuncio Torneos en la previa, el acuerdo firmado para transmitir la final indicaba que debía televisarse por uno de los muchos canales de ESPN, pero el único River que se vio por alguna de estas señales fue el que empató 1-1 con Independiente el sábado pasado. Finalmente, el partido fue transmitido de manera exclusiva por la plataforma de streaming Star+, con lo que ni los abonados al “pack fútbol” del codificado pudieron seguirlo de manera oficial (claro que siempre hay algún link salvador que sale al rescate). Por ende y de acuerdo a lo anunciado por Torneos, el contrato fue incumplido, con lo que la historia puede pasar a la cancha judicial.