Los socios del Frente de Todos mostraron reparos al nuevo impuesto que anunció el presidente. También hubo críticas del albertismo.
El Gobierno anunció este lunes un bono extraordinario para trabajadores informales y los sectores más golpeados por la inflación. En el mismo acto el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán plantearon que ese bono se financiaría con un impuesto a la “renta inesperada”. Sería un aumento de la alicuota de Ganancias a firmas que hayan ganado más de mil millones de pesos. Sin embargo, no se dieron mayores detalles de cómo sería esa medida extraordinaria.
En sectores del Frente de Todos no cayó bien el anuncio, particularmente por la vaguedad en que fue presentado el nuevo impuesto. Tanto en el kirchnerismo como en el massismo -en la intimidad del off de record- consideraron que el impuesto es “rídiculo” tal como fue planteado. Pero es más: también cosechó críticas del propio albertismo.
Una parte del problema -a los ojos de los socios del Frente de Todos- es cómo se presentó el tema. Lo hizo Alberto solo, con su ministro sin consensuar con nadie hacia adentro del frente. Y peor aún: el anuncio del aumento del impuesto a la “renta inesperada”, se hizo sin consultarlo con los actores parlamentarios que tienen que garantizar la aprobación de ese proyecto.
“No se puede salir a anunciar un proyecto que es imposible que sea aprobado. Es un desgaste más de la autoridad presidencial que va a mandar algo al Congreso que ni siquiera va a llegar a ser tratado. Es fulbito para la tribuna”, analizan fuentes del bloque del Frente de Todos en Diputados. Desde la nueva composición de la Cámara, el oficialismo apenas tiene 118 diputados y apenas pudo llegar a 126 con aliados circunstanciales. Para aprobar el proyecto necesitaría la mayoría especial de 129. Imposible con una oposición que dijo que no va a votar aumentos de impuestos.
El resto del Frente lo recibió con preocupación. También hubo críticas de los gobernadores. Algunos de ellos estaban atentos en primera fila. “El ritmo de Guzmán no es para los tiempos que necesita la Argentina. Plantearon un anuncio sobre una medida que todavía estaba en estudio… Eso no se puede”, plantearon cerca de uno de los mandatarios.
“Alberto hizo lo que le pedían, pero lo hizo al estilo Alberto. Dijo que va a convocar a una mesa de negociación a empresarios y que después lo va a mandar”, dice con resignación un dirigente del entorno más cercano de Alberto Fernández. Esperaba ansioso la medida. Se quedó con sabor a poco.
“Ni siquiera están bien hechos los cálculos de quién tendría que tributar -se quejaban por lo bajo otros socios políticos del Frente- “No podemos anunciar algo si no hay números, ni proyecto”.
“El problema no es el anuncio sino los manejos del albertismo que siempre está en la chiquita”, advirtió un importante funcionario económico del Frente Renovador. Fue una queja recurrente de los que se sentaron en primera fila.