En medio del cimbronazo cambiario y el revés de los mercados, Javier Milei intentó transmitir tranquilidad a sus funcionarios. El Presidente reunió a todo el Gabinete –no faltó ni uno– para avisarles que el programa económico se mantiene intacto y que no cederán ante las presiones devaluatorias. “No es un problema”, fue el mensaje que se bajó en Casa Rosada respecto a la disparada de los dólares paralelos. El argumento oficial es que la macro se está ordenando y que los agentes económicos recién se están “adecuando a un nuevo escenario”. Sin embargo, las críticas internas al ministro de Economía, Luis Caputo, se escuchan cada vez más fuerte.
Ni la aprobación de la Ley Bases –que se promulgaría la semana que viene– ni los anuncios que realizó el viernes Caputo lograron apaciguar la incertidumbre económica de las últimas semanas. La conferencia del ministro en el Palacio de Hacienda, donde confirmó el traspaso de la deuda del Banco Central al Tesoro, resultó poco o nada para quienes esperaban definiciones cambiarias, sobre todo, respecto a la salida del cepo. Ante la consecuente escalada del dólar blue (cerró a 1430 pesos), caída de los bonos y aumento del riesgo país (arriba de los 1500 puntos), Milei aseguró que no ve el panorama con preocupación, negó que se vaya a alterar el rumbo y descartó una devaluación.
En el Salón Eva Perón, el Presidente y Caputo actuaron en tándem: pidieron calma frente los que exigen levantar cuanto antes las restricciones cambiarias y aseguraron que el sacudón financiero responde a una “típica volatilidad” producto de las “excesivas ganancias” que tuvieron los mercados los últimos meses y a una reacción frente a nuevo programa monetario/fiscal. “Como todo cambio, se genera incertidumbre hasta que los agentes económicos se adecuan al nuevo escenario”, explicaron. En suma, advirtieron que la inestabilidad podrá continuar hasta que los mercados “la vean”.
El análisis, sin embargo, choca de lleno con la mirada de otros integrantes del oficialismo. Fausto Spotorno, miembro del grupo de asesores de Milei y hombre de máxima confianza de Federico Sturzzenegger, responsabilizó a Caputo por la crisis cambiaria. Sostuvo que la presentación de la segunda etapa del programa económico que encabezó el ministro fue un “mal anuncio” y que “los errores –del ministro– se los van a facturar al Gobierno”.
“El mercado se esperaba algo más”, aseguró el economista y remarcó que se generó demasiada expectativa para algo que podría haber comunicado el Banco Central. Asimismo, admitió que hay una “tensión” respecto a la salida del cepo y que el aumento de la brecha cambiaria (se ubica en el 52 por ciento con el informal) y el lento engrosamiento de las reservas no generan expectativas de eliminación de las restricciones.
Las palabras de Spotorno retumbaron en el ministerio de Economía, porque lo que dijo en público es lo que Sturzenegger grita en privado. Dentro del oficialismo, no son pocos los que señalan que Caputo tiene fecha de vencimiento. Le cuestionan que se quedó a mitad de camino con las reformas e indican que la próxima etapa del programa requiere de una mayor complejidad que debería ser ejecutada por el exfuncionario de la Alianza.
A pesar de las críticas internas y el pesimismo de los mercados, el mensaje de la Casa Rosada es que las pautas económicas son “inamovibles” y que hay optimismo por el ordenamiento de la macro. “El déficit cero está garantizado, el equilibrio de las cuentas públicas, la emisión cero y el rumbo que estamos tomando”, dijo el vocero presidencial Manuel Adorni tras la reunión de Gabinete y concluyó: “Sabemos lo que estamos haciendo y tenemos el norte muy claro. No damos un paso atrás ni siquiera para tomar impulso y vamos a seguir adelante no importa lo que digan”.
En medio del temblor financiero, al encuentro de ayer no faltó nadie. Junto al mandatario estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los ministros Bullrich (Seguridad), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Diana Mondino (Relaciones Exteriores, Culto y Comercio Internacional), Luis Caputo (Economía), Luis Petri (Defensa), Mario Russo (Salud) y Sandra Pettovello (Capital Humano). También asistieron la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menen, quienes a posterior le hicieron entrega de la Ley Bases aprobada a Guillermo Francos a la espera de ser promulgada por el Poder Ejecutivo para la semana próxima.
En paralelo, La Libertad Avanza pondrá en marcha una segunda etapa de discusión legislativa. En carpeta tienen un conjunto de proyectos económicos, una reforma electoral –para que se pueda votar a partir de los 14 años–, cambios en materia penal — para bajar la edad de imputabilidad–, una iniciativa de Ficha Limpia y declarar la esencialidad en la educación. Además, se avanzará en la denominada la “Ley de Hojarascas”, que promueve Sturzenegger, para derogar más de 100 leyes y seguir desmantelando el Estado y las regulaciones.