Racing arrancó con mucha actitud este jueves, y desde el inicio dejó claro su intención de jugar en el campo rival. A los seis minutos, Adrián Martínez le ganó a Cacá, quien cabeceó hacia atrás y habilitó a Salas, que lo vio adelantado al arquero Hugo Souza y de cachetada puso el 1-0.
Le duró poco la alegría a Racing, ya que cinco minutos más tarde el Corinthians empató luego de una gran asistencia de Memphis Depay para Yuri Alberto, quien definió de forma sutil ante Gabriel Arias.
Tras la igualdad del elenco brasileño, ambos bajaron la intensidad, y el trámite no pasó de algunos pelotazos en un campo de juego complicado, por la constante lluvia que cayó en la noche paulista.
La cancha se prestó para el remate desde afuera del área y así hubo otro golazo de Yuri Alberto, en este caso con un misil desde afuera del área, que hizo estéril la reacción de Arias.
El técnico Gustavo Costas había decidido el regreso de Di Cesare en el equipo inicial. El defensor dejó atrás una lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo y fue titular. La gran ausencia era la del colombiano Roger Martínez, quien se lesionó un tobillo con su seleccionado en la última doble fecha FIFA.
El equipo visitante tomó las riendas en el complemento con mayor presión y recuperación en el mediocampo. También fue agresivo en la presión en el área rival. Aunque el empate llegó gracias a una gran jugada de Gastón Martirena, que se proyectó y con túnel incluido tras una pared con Agustín Almendra, sacó un certero remate de derecha desde afuera del área para firmar el 2-2.
Los dos equipos parecieron sentir el cansancio mientras pasaban los minutos, y encima el agua caída hizo que el terreno de juego estuviera muy pesado. Los cambios de Racing no lograron el desequilibrio esperado, y el empate permanecía. El que se destacó en ese desarrollo fue Nardoni, no sólo para recuperar la pelota, sino para distribuirla con acierto.
La campaña de Racing en la Copa es muy buena: terminó primero en su zona por delante de Bragantino de Brasil, Coquimbo Unido de Chile y Sportivo Luqueño de Paraguay (solo perdió contra los brasileños de visitante y ganó sus otras cinco presentaciones) y más tarde desfiló en las series eliminatorias. Goleó 8-1 en el global a Huachipato en los octavos de final, y se deshizo de Athletico Paranaense con un 5-2 a favor.
La revancha será el jueves próximo en Avellaneda, desde las 21.30. El ganador de esta llave jugará la final con el vencedor de Lanús-Cruzeiro, que empataron 1-1 en el encuentro de ida disputado en Brasil y el segundo duelo será el miércoles venidero, a partir de las 19 en La Fortaleza. Las dos series están igualadas, y los cuatro pretenden llegar a la final del 23 de noviembre en Asunción del Paraguay.
Racing no juega una final de copa internacional desde hace 32 años, en la derrota en la Supercopa Sudamericana del ’92, cuando perdió 4-1 en el global ante Cruzeiro.