Faustino Oro tiene 10 años. Al igual que muchos chicos de su edad, pasa sus tardes jugando y entrenandose, pero no para anotar goles en una cancha. Su campo de juego es el tablero y sus “compañeras” las piezas de ajedrez. Este sábado, este pequeño argentino demostró porqué, a pesar de su corta edad, ya le dicen “El Messi del ajedrez“: derrotó al número 1 del mundo, el noruego Magnus Carlsen, en una partida ultrarrápida durante el Bullet Brawl 2024.
En el evento participaron maestros del ajedrez de todo el mundo, un círculo en el que Faustino se mueve con fluidez hace un tiempo —en 2023, consiguió su primera norma de Maestro Internacional y se convirtió en el ajedrecista más joven en el mundo en obtener ese logro—.
Si bien no ganó el primer puesto en el torneo, Faustino se llevó todas las miradas: en 48 movimientos se aseguró la histórica victoria ante Carlsen, el número 1 del mundo.
El ganador del certamen fue el gran maestro estadounidense Hikaru Nakamura, en segundo lugar se ubicó José Martínez Alcántara, de México, y en el tercero Daniel Naroditsky, también de Estados Unidos. Oro quedó en el puesto 21, de entre 156 jugadores de primer nivel, con un total de 108 puntos
“Estoy muy contento. Es una gran alegría para mí porque nunca había jugado contra él”, afirmó Faustino tras el triunfo ante Carlsen.
A pesar de su corta edad, Faustino no pierde el tiempo. Empezó a jugar al ajedrez en la pandemia de la covid -19. Y no paró. El año pasado, en el Mundial de partidas rápidas de 2023, impresionó a los especialistas al ganar tres partidas, incluyendo una contra un gran maestro, y empatar dos, demostrando una habilidad excepcional incluso frente a oponentes más experimentados.
Los logros de Faustino son impresionantes: es número 1 del mundo Sub10 y una de las grandes promesas del ajedrez mundial. Además fue el jugador más joven de la historia en alcanzar un ELO de 2300.
En diciembre de 2023, la familia Oro dejó la Argentina y se instaló en Barcelona, España, donde esperan poder apoyar el crecimiento de su hijo en esta actividad.
Alejandro y Romina, sus padres, contaron a diferentes medios españoles que es todo un desafío equilibrar la pasión de Faustino por el ajedrez con otras actividades y cuestiones relacionadas a su edad, como el colegio y los amigos, ya que Fausti tiene “12 horas de clases semanales con profesores especializados” y pasa horas y horas viendo videos de partidas, analizando estrategias y entrenando. “La última semana jugó cerca de 200 partidas, más de 20 horas”, resumió Alejandro.