Este martes 31 de octubre se festeja Halloween en una parte del mundo. La celebración pagana también se popularizó en Argentina en los últimos años, tanto en su versión en inglés como por su nombre en castellano: Noche de Brujas.
En rigor, se trata de una de las celebraciones no religiosas más extendidas. En estados Unidos, país con una larga tradición en la misma, fue introducida por los inmigrantes irlandeses que tienen en su calendario el All Hallow’s Eve (Víspera de las reliquias), el día previo a la celebración católica del Día de Todos los Santos (1 de noviembre).
Los antiguos pueblos celtas solían realizar una gran ceremonia a fines de octubre para conmemorar el final de la cosecha. Esta fiesta fue bautizada con la palabra gaélica de Samhain, cuyo significado etimológico es el final del verano y se debe a que durante esta celebración se despedían de Lugh, dios del Sol.
Los celtas creían que en Samhain los espíritus de los muertos regresaban a visitar el mundo de los mortales. Y el año céltico concluía el 31 de octubre, en el otoño, época que para este pueblo significaba “el fin de la muerte o iniciación de una nueva vida”.
En tanto que la costumbre de dejar comida –hoy también caramelos– en las puertas de las casas se entiende como “ofrenda”. Por otro lado, era común encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y descanso junto a Lugh.
Truco o trato
En la actualidad, Halloween mezcla dicha celebración con la cultura del cine y la literatura ligadas al terror con distintos personajes. Con la frase “truco o trato”, quien recibe la visita de “monstruos” (personas disfrazadas) accede a ofrecerles algún dulce.