Entidades que conforman la Mesa de Enlace llevan adelante hoy un cese de comercialización de granos y hacienda, en reclamo por la presión impositiva y la falta de gasoil. “Que la política recupera la estabilidad macroeconómica”, piden. Se espera la presencia de dirigentes de la oposición; el Gobierno dijo que la protesta “no conduce a nada”.
La medida fue impulsada por los referentes del agro hace varias semanas, en medio de la crisis del gasoil, y contempla un cese de comercialización de granos y hacienda por 24 horas. “Va a ser histórica. Todo el sector va a estar diciendo lo que le pasa al campo”, dijo Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Según indicaron, habrá movilizaciones en diferentes regiones, pero sin cortes de ruta. Y el acto central será en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, este mediodía. Allí estarán los presidentes de Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino; de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes; de Federación Agraria (FAA), Carlos Achetoni; y el vicepresidente de Coninagro, Elbio Laucirica.
En la ciudad entrerriana comenzó, hace más de una década, la resistencia contra la 125, el proyecto de ley que impulsó la ex presidenta Cristina Kirchner para aumentar la alícuota de las retenciones a la soja al 45%.
“Es un grito de desesperación. El campo no da más. No solo por la presión impositiva, sino que también por la presión que se siente por la falta de políticas. Hay incertidumbre y desconfianza”, agregó el dirigente.
En el Gobierno afirmaron que la medida de fuerza “no conduce a nada” y aseguraron que la provisión del gasoil se va “normalizando” en todo el país.
“Hay una cantidad de problemas y necesidades que tenemos como sector que venimos arrastrando desde hace años, pero que se profundizan con la crisis que vivimos en el país, en especial los últimos tiempos”, señaló, por su parte, el presidente de Federación Agraria, Carlos Achetoni.
Algunos de los motivos de la protesta son la escasez y los sobreprecios de gasoil y los fertilizantes, la brecha cambiaria y la presión impositiva sobre el sector, como así también la alta inflación y la pobreza e indigencia.