Milei vetó la movilidad jubilatoria y la pelota vuelve al Congreso

A una semana de la aprobación en el Senado de una nueva fórmula jubilatoria, la Casa Rosada cumplió la promesa presidencial del “veto total”. La decisión de Javier Milei fue finalmente eliminar el incremento de 8,1 por ciento, que los haberes se ajusten por inflación y que, en marzo de cada año, se habilite otra suba por el 50 por ciento del índice de variación salarial. 

A pesar de designar por DNU 100 mil millones de pesos en fondos reservados a la SIDE, Milei se mostró orgulloso de no negociar el déficit fiscal para incrementar el ingreso de jubildados, que en agosto, en el caso de la mínima, cobraron solo 225.454 pesos, más un bono de 70 mil; que el jefe de Estado tampoco aseguró para septiembre. 

En el Senado, la sanción del movilidad jubilatoria obtuvo más de los dos tercios de los votos y respetó el texto aprobado por la Cámara de Diputados en junio, a pesar de los cambios que intentaron introducir los senadores de La Libertad Avanza para demorar la aprobación. El ahora expulsado senador libertario Paoltroni había marcado sus diferencias: “¿Cómo no hay plata para los jubilados y hay plata para el servicio de Inteligencia?”. 

Tres carajos

Milei no tembló –“me importa tres carajos”, les dijo a los jubilados tras la votación en Diputados–  a pesar de los reclamos internos y mantuvo su decisión de vetar la mejora de ingresos para los jubilados. En un momento, la duda era si se cumpliría la promesa de que sea “total” o solo se avanzaría en algunos artículos. Finalmente, se eliminó el incremento de 8,1 por ciento, que los haberes se ajusten por inflación y que, en marzo de cada año, se habilite otra suba por el 50 por ciento del índice de variación salarial.

Este último artículo era el que quedó en la mira del Gobierno desde su sanción, cuando aún se esperaba que Milei al menos mantuviera el aumento del 8,1 por ciento y el ajuste por inflación, pero además también eliminó el artículo 10, que imponía un plazo para cancelar las deudas previsionales con sentencia fija. Esto beneficiaba a los jubilados que reclamaron en la justicia, pero sobre todo abarca a la deuda que tiene el Estado nacional con las cajas previsionales de las provincias. 

La pelota vuelve al Congreso

Si Milei cumplió con su promesa de vetar de forma total la movilidad jubilatoria –con argumentos exagerados como que implicaba un gasto de 370 mil millones de dólares si se toma la medida “a perpetuidad” porque las jubilaciones se pagan “de acá hasta que se muere”–, los bloques opositores en el Congreso también tendrán ahora la oportunidad de cumplir con la suya. 

Desde el radicalismo, Unión por la Patria y otros bloques minoritarios anticiparon que tras el veto presidencial se insistirá con la aprobación de la movilidad jubilatoria, ratificando la ley con el voto de los dos tercios de los legisladores. Así lo marca el artículo 83 de la Constitución nacional. 

Tras el veto presidencial el proyecto regresará a la Cámara de origen; en este caso, Diputados. Si el cuerpo decide insistir en su tratamiento y consigue los dos tercios, como ya sucedió, será remitido al Senado. En esta instancia, Milei ya no podría hacer uso de la herramienta del veto.

Los números en Diputados

El oficialismo buscará asegurarse un total de 88 diputados que le permita impedir los dos tercios opositores. Esperan contar con los 77 del PRO, LLA y el MID, las dos diputadas de Buenos Aires Libre – que lidera Carolina Píparo -, los tres tucumanos que responden a Osvaldo Jaldo, los dos sanjuaninos que responden al gobernador Marcelo Orrego, y a Paula Omodeo de CREO. Ponen en duda qué actitud tendrá Lourdes Arrieta, expulsada del bloque libertario.

A favor de la ley votaron los diputados de UxP (99 votos), la UCR (34 votos), gran parte de Encuentro Federal (13 votos) y la Coalición Cívica (6 votos). El FIT, mientras tanto, se abstuvo en la votación de junio, pero adelantó que acompañaría la ley si Milei la vetaba.

La clave estará en las ausencias, las abstenciones y en el rol que jueguen los gobernadores, presionados por la Casa Rosada en el marco de las negociaciones por el Presupuesto 2025.