El gobierno de Javier Milei volverá a insistir en el Congreso de la Nación con el proyecto de ley ómnibus. Presentará en los próximos días una versión “muy parecida a la última”, es decir, con la que LLA llegó al recinto en febrero después de arduas negociaciones con la oposición “amigable”, y que finalmente no logró ser aprobada. En paralelo, el oficialismo trabaja en un paquete fiscal que incluirá, no solo una fórmula previsional que se ajustaría al índice de IPC, sino también el regreso del impuesto a las ganancias. Una exigencia, además, del Fondo Monetario Internacional. Para este viernes, en tanto, fueron convocados los gobernadores y el jefe de gobierno porteño a Casa Rosada y, después de ese encuentro, el gobierno determinará si el paquete fiscal y el proyecto ómnibus –en su versión “reducida”– van juntas o en dos iniciativas por separado. “Con lo fiscal adentro o afuera la idea es que todos estén de acuerdo y que se vote a libro cerrado”, señalan colaboradores del Presidente.
Todas esas cuestiones se conversaron en un cónclave que hubo este lunes en Casa Rosada y que duró más de una hora. Participaron el jefe de gabinete, Nicolás Posse, el ministro de Economía, Luis Caputo y el ministro del Interior, Guillermo Francos y se realizó el despacho del primero. Ellos tienen la responsabilidad de convencer este el viernes a los gobernadores que participen. Aún no se sabe si el presidente Javier Milei participará del encuentro. “Posiblemente pase a saludar”, arriesgan desde su entorno más íntimo.
Cerca de Milei también descartan que el mandatario pueda llegar a participar del encuentro de gobernadores patagónicos, al que lo invitó el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y que se realizará este jueves en Puerto Madryn. “La invitación fue antes del discurso y antes de esta convocatoria de los gobernadores a Casa Rosada”, justifican cerca del mandatario. En cambio, el jefe de Estado sí participará este martes al mediodía de la Expoagro, en San Nicolás, donde asistirá a una charla que dará el diputado José Luis Espert y luego dará un discurso.
Cuando se envió el proyecto original de la denominada ley Bases al Congreso, este incluía un capítulo fiscal. El retorno del impuesto a las ganancias, sin embargo, no formaba parte. Eso fue enviado días después como un proyecto separado que LLA presentó el 24 de enero y que, finalmente, retiró el 29. El texto original sí incluía un aumento de las retenciones al agro con el que la oposición amigable no estuvo de acuerdo, y también una reforma previsional que indicaba que los aumentos a los jubilados serían definidos de manera discrecional por el Ejecutivo, entre otras cuestiones.
En su momento, el gobierno decidió extirpar el capítulo fiscal por completo del proyecto ante la negativa de los bloques de la UCR y Hacemos Coalición Federal de acompañarlo. La decisión fue anunciada el 26 de enero por Luis Caputo desde Casa Rosada. Esta vez, en tanto, el proyecto ingresaría sin muchas de las partes que la oposición amigable no aceptó, pero con un capítulo fiscal que todavía tienen que definir si irá dentro o fuera del proyecto Bases y que contendrá el regreso del impuesto a las ganancias. La Rosada apunta a la necesidad de los gobernadores de recuperar ese dinero porque la eliminación de la cuarta categoría que se hizo durante el gobierno de Alberto Fernández les dejó un agujero en las cuentas públicas que necesitan saldar de manera urgente. El debate estuvo en su momento centrado en que algunos querían recuperar ese dinero mediante la coparticipación del impuesto al cheque, pero la idea nunca prosperó y la plata siguió sin aparecer.
Lo que quiere la Rosada
Según dicen en el entorno de Milei esta vez quedarán fuera de la nueva versión de proyecto ómnibus los temas vinculados a educación, cultura, reformas electorales y también retirarán el aumento que en un principio querían hacer de las retenciones. “Lo importante son las cosas estructurales. Lo que necesitamos hoy. Lo que más nos hace falta”, remarcan en Casa Rosada y, en ese paquete de cosas esenciales enumeran: facultades delegadas –que se enviarán de una manera parecida a lo que quedó en la última versión, es decir, reducidas en tiempo y emergencias– también todo lo que tiene que ver con reformas del estado y privatizaciones, entre otras. Allí dicen que insistirán con la privatización del Banco Nación, por ejemplo, un punto conflictivo hasta con los opositores más amigables.
De cara al 25 de mayo LLA también quiere encarar una reforma laboral que se presentaría como una ley aparte. Saben que del decálogo que enumeró Milei el viernes pasado lo más complejo será el punto referido a las modificaciones en la coparticipación. “A Axel le conviene venir a sentarse porque sería uno de los más beneficiados por el tema coparticipación”, provocan en Casa Rosada luego del discurso que el mandatario provincial dio en la apertura de sesiones bonaerense, donde entre muchos temas dijo que “si es un encuentro para fotos, arranquen nomás si no llegamos”.
La preocupación por el DNU
En Balcarce 50 confían que los gobernadores “esta vez mostrarán buena voluntad”, y que “respetarán las reglas básicas de convivencia”. Dicen que esperan que haya acuerdo con la ley Bases y con el paquete fiscal y que, mientras tanto, necesitan que no insistan con debatir el DNU 70/2023 en el Congreso. La aspiración en la Rosada es que el decreto no sea tratado por ninguna de las dos Cámaras para que siga vigente. LLA no necesita que el DNU sea aprobado, simplemente quieren que los gobernadores decidan seguir ignorando su tratamiento.
Además de la reforma laboral, en el oficialismo también pretenden mandar más adelante un supuesto “proyecto anticasta” que contendría la prohibición de ser candidato si se cuenta con una condena en segunda instancia y la prohibición de que los funcionarios usen aviones privados, entre otras cuestiones. Sin embargo, hablan de ir “paso a paso”. Enumeran como necesidades y la principal es que el DNU siga sin ser tratado para que continúe vigente; que los legisladores aprueben la ley Bases –junto o separado con el proyecto fiscal– y, por último, sentarse a debatir los 10 puntos del pacto de Mayo. Hay 82 días hasta el 25 de mayo y los hombres del Presidente hacen estimaciones para estas casi 12 semanas. “Si hacemos un punto por semana llegamos”, se ilusionan.
Los gobernadores, en tanto, esperan con incertidumbre. Algunos ya se mostraron críticos, otros más colaborativos pero la mayoría coinciden en la necesidad de negociar. En Balcarce 50 estiman que unos 12 o 13 son los que vendrán el viernes, o que, por lo menos, los que ya habían confirmado su voluntad de diálogo. Uno de los mandatarios provinciales más proclives a acompañar al oficialismo destacó en diálogo con este diario que “hay que discutir todas las herramientas que necesita el Gobierno. Sobre todo las más urgentes que son las fiscales”.
Al finalizar la reunión entre Posse, Caputo y Francos el gobierno publicó un comunicado en el que confirmó el llamado a la reunión del viernes y Francos escribió en sus redes: “Nos reunimos para organizar el encuentro de este viernes al que se convoca a todos los gobernadores, luego del anuncio del presidente Javier Milei, en el marco del Pacto de Mayo. Sostenemos y reivindicamos el compromiso del diálogo con todos los gobernadores para encontrar acuerdos que nos permitan despegar hacia el crecimiento y el desarrollo de nuestra Patria”. Milei y su entorno apuestan a no volver a chocar contra la pared. Será cuestión de semanas para comprobar si aceptan modificaciones a los proyectos y/o cambios al decálogo del pacto de Mayo, todas situaciones que suelen ocurrir en el marco de una negociación política.