“Está feliz”. Casi que no hace falta la confirmación interna. A Leo Messi se le nota en su rostro, en sus gestos, en su alegría por volver a su otra casa: el predio de AFA. De esa marcha solitaria con cara de pocos amigos en el último partido (con derrota) del PSG a esa sonrisa al entrar al búnker de la Selección cuando se lo esperaba más tarde (”Llegó antes, nos sorprendió”) hay mucho más que los 11.000 kilómetros que separan Ezeiza de París. El capitán no solo está donde quiere estar y con quienes quiere estar, sino que le toca vivirlo de la manera en que siempre soñó: con las estrellas bordadas en el escudo.
Su semblante contagia, marca el camino de los demás. Así en la cancha como en la vida. Todos se le acoplan a este momento mágico. Porque como le dijo el presidente de la AFA, Chiqui Tapia, al recibirlo: “Jamás te rendiste. Y hoy volviste como campeón del mundo…”.
Esa sensación, la de regresar al país para volver a ponerse por primera vez la celeste y blanca con las tres estrellas, es la que tiene motivado a Leo y a todos. “No ven la hora de salir a la cancha. Por la fiesta y por poder usar esa camiseta”, le dijeron a Olé.
Messi, feliz en la práctica.
Adentro, el clima se multiplica por 34. Aunque haya 25 campeones del mundo (Papu Gómez, por lesión, el único ausente), el resto se suma a la causa. Al punto, que si bien estos amistosos contra Panamá (jueves 21hs en el Monumental) y Curazao (el martes 28 en Santiago) son la excusa para festejar la gloria eterna, para disfrutar con la gente sin el compromiso y/o la concentración que requiere competir por los puntos, hay algo en el espíritu de este plantel que lo motiva a ir por más.
Los mensajes de los jugadores de la Scaloneta tras el reencuentro
De hecho, esa sensación se refleja en una foto. En una misma foto, con apenas una modificación, pero que une al campeón de América y al campeón del mundo. Y que, en el universo de la cábala, deja todo un mensaje hacia adelante.
La imagen, ahora en un vestuario ploteado con la consagración en Qatar, con Leo y la Copa, con esa alegría que se trasladó a 47 millones de argentinos, tiene al capitán y a sus héroes principales, todos en la misma posición y en pose casi idéntica a la imagen que se habían tomado cuando volvieron al predio de Ezeiza tras ganar la Copa América en Brasil. Y nada es casual, claro.
La Selección se entrenó por primera vez en Ezeiza
En este grupo selecto, además de Messi, están Otamendi, De Paul, Paredes, Di María y Lo Celso (el rosarino vuelve tras la lesión que lo sacó del Mundial) y, en esta ocasión, se sumó Paulo Dybala en lugar de Papu. “De vuelta en casa”, fue la leyenda que eligió Paredes para subir la foto a su Instagram y recibir los comentarios habituales de sus compañeros. “Te extrañé mucho”, le puso Rodrigo De Paul. Y Di María sumó unos corazones. No solo lo sienten en privado: también lo expresan en público. Así es la Selección Argenrisa…
La primera práctica de los campeones del mundo en Argentina
Alegría en el predio de AFA (Prensa AFA).
“Olvidate que acá van a ir por más. Además, la nueva camada va a empujar”, es la sensación que se vive puertas adentro. Apenas pasaron tres meses y una ronda de mates de la gloria en Qatar, ni siquiera transcurrió una semana del anuncio del fixture de las Eliminatorias para el Mundial 2026, pero en el búnker argentino ya piensan en lo que vendrá después de los festejos que se darán en el Monumental y en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
Las tres estrellas por todos lados: la gorra con la que llegó el Dibu
Con varios de los campeones con edad plena en el próximo Mundial (Enzo tendrá 25, Julián 26 y Alexis 27, por citar a los referentes más jóvenes de la camada campeona), los nuevos ya integrados al circuito (Gio Simeone, por caso) y los más pibes como Facundo Buonanotte (18 años), Valentín Carboni (18), Maximo Perrone (20) y Lautaro Blanco (24) como testigos directos, Messi y sus héroes no solo disfrutan de la vida feliz de la Selección. En una foto, en una cábala, dejaron en claro que esto no terminó acá. Muchachos, ahora nos volvimo’ ilusionar…..