Las universidades salen otra vez a las calles

La lucha universitaria vuelve a cobrar fuerza en el último mes del año. El Frente Sindical de Universidades Nacionales realizará mañana a las cinco de la tarde una concentración frente al Palacio Pizzurno en un nuevo reclamo de recomposición salarial. El jueves participará de la movilización a Plaza de Mayo convocada contra las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei por parte de las dos vertientes de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA). “Queremos una navidad sin salarios por debajo del índice de pobreza”, dijo a Página/12 la secretaria general de Conadu Histórica, Francisca Staiti.  

En la jornada del lunes ante el edificio del ex Ministerio de Educación, delegados y delegadas del frente sindical universitario le exigirán al Gobierno que retome las negociaciones y recomponga la partida presupuestaria destinada a las universidades nacionales -que en su gran mayoría se utiliza para el pago de salarios docentes y no docentes-. “Vamos a hacer una presentación conjunta con un pedido para que se habilite la reunión paritaria correspondiente para tener alguna respuesta y ver si podemos mejorar la situación de los compañeros y compañeras docentes y no docentes universitarios de todo el país en los próximos meses”, dijo a este diario el secretario general de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (Fatun), Walter Merkis. “Diciembre, enero y febrero son meses sin actividad y requieren de alguna acción que nos permita ponernos a salvo”, añadió y criticó duramente al Gobierno por interrumpir el diálogo con los sindicatos y desatender los reclamos salariales. “Lo único que hizo fue imponer para el mes de noviembre un magro, mísero 2 por ciento de aumento que no cumple con la expectativa de nada”, reclamó el dirigente sindical de los no docentes.

Merkis detalló la grave situación que atraviesan los trabajadores y trabajadoras no docentes de las universidades nacionales desde la llegada de Milei a la Casa Rosada. Respecto al sueldo básico, señaló que las dos categorías inferiores están por debajo de la línea de pobreza. “Logramos un arreglo para las categorías más chicas, la 7 y la 6, y una garantía salarial por la cual logramos un plus. Esto lo firmó el Gobierno con nosotros porque esas categorías habían quedado por debajo de los 500 mil pesos, eran salarios prácticamente inexistentes”. 

Por otra parte, Merkis mostró su preocupación por la posibilidad de que el Gobierno prescinda de aprobar el Presupuesto 2025 y se maneje con absoluta discrecionalidad en la asignación de recursos. “Al Gobierno le conviene más, como estrategia, no aprobar el presupuesto porque de esa manera lo maneja como quiere”, advirtió y alertó sobre las dificultades que tendrán las universidades para continuar el año próximo. “Indudablemente no vamos a poder funcionar en condiciones normales. Van a tener que empezar a ajustarse gran cantidad de servicios y carreras para poder mantener en línea el presupuesto de la universidad”, lamentó el dirigente sindical.

Por su parte, Staiti denunció que el Gobierno quiere imponer para el conjunto de los trabajadores docentes y no docentes la misma pauta salarial que acordó con la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN). “Dos por ciento para noviembre, que no tuvimos paritaria, y uno por ciento para diciembre”, graficó la secretaria general de Conadu Histórica quien cuestionó la actitud de la gestión libertaria. “El Gobierno ha tenido todo el año, y aparentemente lo va a cerrar de la misma manera, la decisión de cancelar todo tipo de diálogo con los sindicatos y no reconocer la especificidad de los convenios colectivos de trabajo tanto del sector docente como no docente”, dijo a este diario.

Staiti brindó cifras contundentes sobre la caída en los ingresos sufrida por la comunidad universitaria desde el inicio del gobierno de La Libertad Avanza. “La pérdida de poder adquisitivo oscila entre un 30 y un 50 por ciento, dependiendo los meses y los cargos correspondientes”, afirmó y puso el foco en el desfasaje entre los aumentos y la inflación acumulada. “De diciembre del año pasado a noviembre de este año tuvimos un aumento de poco más del 90 por ciento, pero dentro de ese porcentaje está incluido lo que habíamos acordado con la gestión anterior, que correspondía a la paritaria 2023, no a la 2024. Teníamos firmado un 6 por ciento para diciembre y un 10 por ciento para enero con cláusula de revisión en enero. Con eso completábamos la paritaria, que se realiza de marzo a febrero. Pero si nosotros descontamos ese 10 por ciento, que no es de la paritaria actual, el porcentaje obviamente es menor”, explicó Staiti. 

La dirigenta sindical también cuestionó al Gobierno por atacar las instancias paritarias y deslegitimar el rol de los sindicatos en defensa de los trabajadores. “Se ha desvirtuado la paritaria como espacio de discusión pero también nuestros períodos de discusión paritaria. Estamos viendo cuánto incremento salarial nos dan mes a mes, y no estamos discutiendo temas de fondo como los relacionados con los convenios colectivos de trabajo o los fondos de capacitación. El Gobierno ha limitado la paritaria sólo al tema salarial y unilateralmente”, aseguró.