Una reactivación fuera de temporada de la demanda china activó las cotizaciones de la oleaginosa que subió un 31,5% durante 2022
La soja cerró ayer en el mercado de Chicago a u$s 641,82 por tonelada y quedó a menos de u$s 9 de superar el récord que alcanzó hace casi una década, el 4 de septiembre de 2012 cuando se negoció a u$s 650,74.
De esta manera, la cotización del contrato de mayo de la oleaginosa subió u$s 11,11 para cerrar a u$s 641,82 la tonelada y alcanzar uno de sus máximos registros históricos.
El resto de las posiciones también subieron en Chicago, destacándose el incremento de u$s 9,28 en el contrato de julio hasta los u$s 630,89 la tonelada.
Las ganancias estuvieron relacionadas a versiones “que dieron cuenta de nuevas compras chinas de grano estadounidense, cuando lo usual por el momento del año sería ver a la demanda concentrada sobre la soja brasileña”, indicó la corredora Granar.
También los operadores estuvieron alerta por el nuevo rebrote de casos de Covid en China y la expectativa que genera sobre el consumo y la demanda un posible fin de las cuarentenas sanitarias que están llevando a cabo millones de ciudadanos chinos.
El responsable de análisis de mercados de la corredora Grassi, Ariel Tejera, explicó que en relación a los commodities “estamos transitando mercados muy tirantes” donde “la siembra, el clima y la guerra aparecen como los grandes factores que dirigen los movimientos de los precios”.
En ese sentido, explicó que “los balances ya se mostraban ajustados en Estados Unidos y a esto se sumó la guerra, que impuso limitaciones por el lado de la oferta. A la vez, comienza a palpitarse el nuevo ciclo norteamericano, con un inicio ligeramente demorado en la siembra de soja y maíz”.
Vaivenes con piso alto
El precio de la oleaginosa recorre una tendencia alcista desde fines del 2020, impulsado principalmente por la recuperación de la demanda china luego de superar las primeras olas de la pandemia y relajar las restricciones sanitarias. No obstante, el año pasado su cotización tuvo mucha volatilidad, llegando a tocar valores máximos en siete años para después emprender una curva descendente que se revirtió en las últimas semanas del año.
Así, el poroto cerró el 2021 en torno a los u$s 490 por tonelada, aunque supo superar los u$s 600 a mediados de mayo. Sin embargo, en lo que va de 2022 alcanzó un alza del 31,5%, tras pasar de los u$s 487,86 del último día hábil del año pasado a los u$s 641,82 de ayer.
A nivel general, el precio de los granos se incrementó fuertemente en los últimos meses producto de la incertidumbre generada por la guerra entre Rusia y Ucrania.
El trigo pasó de negociarse a u$s 286,51 por tonelada a fin de año a pactarse hoy a u$s 399,77, lo que implica una escalada de casi el 40%. De todas formas, se mantiene sensiblemente por debajo de los máximos históricos logrados el mes pasado, cuando al inicio del conflicto bélico superó los u$s 520 por tonelada.
El maíz, medido desde el último día del 2021 a ayer, aumentó un 12% y ya se negocia a más de u$s 321.
Sobre el escenario a futuro en cuanto a los precios, Tejera vaticinó que “si el clima no acompaña en las próximas semanas no hay que descartar nuevas subas en las cotizaciones”. Dijo que “bajos stocks y mermas productivas en Sudamérica suman particular exigencia a la producción en EEUU de la nueva campaña”.
El analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Guido D’Angelo, puntualizó que “si bien los precios de los commodities mostraron una tendencia alcista y en muchos casos regresando a valores que no se veían en muchos años, hay que pensar que por ejemplo desde 2008 hasta nuestros días la inflación en dólares fue superior al 30%”.