Como no podía ser de otra manera, la vela le regaló otra medalla a la delegación argentina: los regatistas Mateo Majdalani y Eugenia Bosco terminaron segundos en la clasificación general de la clase Nacra 17 y consiguieron la medalla de plata, el segundo metal albiceleste después del oro logrado por el biker José “Maligno” Torres. Los argentinos quedaron séptimos en la medal race, posición suficiente para garantizar la segunda colocación en la general en una competencia que consistió en trece regatas.
Finalizada la medal race, Majdalani y Bosco acumularon 55 puntos, alejados de los 31 de los italianos Ruggero Tita y Caterina Banti, que dominaron la prueba de principio a fin y se coronaron campeones olímpicos, pero por delante de los neozelandeses Micah Wilkinson y Erica Dawson, que salieron terceros con 63, y de los británicos John Gimson y Anna Burnet, cuartos con 69.
“Llegamos a un lugar que soñamos, pero que lo veíamos muy lejano y llegamos a base de muchísimo esfuerzo y un compromiso increíble que ella tiene. Estoy muy feliz de haber formado este equipo”, expresó Majdalani con la medalla de plata colgada en el pecho. “Trabajamos mucho tiempo para estar donde estamos. Estoy muy agradecida con todo el equipo y toda la gente que acompañó y nos ayudó a estar acá hoy”, agregó Bosco sobre las claves de este logro.
No fue sencilla la última regata, tanto que la embarcación argentina luchó hasta los últimos metros para garantizar el segundo lugar. Con los italianos Tita y Banti cortados adelante con una ventaja considerable, la dupla argentina se focalizó en marcar de cerca a los británicos y los neozelandeses, que los acechaban en el clasificador y podían frustrar el sueño del podio. Tanto fue el respeto por los rivales que Majdalani y Bosco salieron casi pegados a los británico y creyeron haber partido adelantados, lo que motivó que el timonel forzara un giro para pasar de nuevo por la largada para evitar una penalización. Por el contrario, los británicos siguieron su camino, por lo que fueron desclasificados de la última regata y ahí mismo se quedaron sin chances.
El propio Majdalani explicó lo sucedido sobre una decisión que podría haber sido muy perjudicial, pero terminó siendo clave para la obtención de la presea. “La regata final no empezó fácil, pero tomamos la decisión de volver. No sabíamos si el inglés estaba pasado o no. Finalmente fue la decisión correcta, pero durante un minuto y medio o dos, no sé cuánto fue porque pareció una eternidad, no parecía la decisión correcta”, explicó el timonel en diálogo con la TV Pública. “Ya me estaba torturando a mí mismo diciendo ‘para qué volvimos’. Pero por suerte se dio para festejarlo”, completó.
Con los británicos fuera de la pelea, la medalla quedó casi asegurada y sólo restaba definir el metal con los neozelandeses. Y allí los argentinos cuidaron a sus rivales bien de cerca y hasta los terminaron superando para finalizar en la segunda posición.
Santiago Lange, entrenador del equipo argentino, valoró la medalla conseguida por los regatistas, que hicieron honor a la tradición de la vela, la segunda disciplina con más medallas en el deporte argentino, ahora con 11. “Es muy difícil, pero mostraron lo bien que entrenaron y lo rápidos que son. Mateo y Eugenia nos van a representar muy bien, tenemos un buen equipo”, sentenció el medallista de oro en Río 2016. Y vaya que lo hicieron en Marsella.