Con una polémica de aquellas, un muy buen primer tiempo y una definición por penales difícil de creer, Boca eliminó a Talleres de la Copa Argentina y avanzó a cuartos de final, donde enfrentará a Gimnasia. Fue 1 a 1 en los 90 minutos y 8 a 7 en la serie de 22 penales, que tuvo una seguidilla insólita de tiros a las nubes y recién se definió cuando le tocó patear a los arqueros: Leandro Brey hizo el suyo y Guido Herrera lo tiró afuera.
Será una noche inolvidable para el arquero de 21 años exLos Andes, quien reemplazó al lesionado Chiquito Romero y también terminó siendo protagonista en los penales, aunque apenas atajó uno de los once disparos de Talleres. “Caliente porque no pude agarrar uno más pero contento por el equipo”, declaró tras el triunfo el arquero, autocrítico a pesar de haber marcado el tiro del triunfo.
A pesar de las ausencias de sus varios de sus mejores jugadores -convocados por sus selecciones para las Eliminatorias-, Boca y Talleres brindaron un muy buen espectáculo durante el inicio del encuentro e incluso por toda la primera parte, exageración mediante.
Fue un ida y vuelta constante con rendimientos destacados como los de Lautaro Blanco y Brian Aguirre por los porteños, o Rubén Botta y Federico Girotti por los cordobeses. Pero ninguno fue tan protagonista como la terna arbitral comandada por Andrés Merlos.
Minutos antes del 1-0 ya habían parecido pifiar a favor de Boca con una pelota que pareció irse por el fondo del campo cordobés pero pasó inadvertida. Y al ratito, a los 12, quedaron muy expuestos cuando Aguirre le robó la cartera al colombiano Mantilla contra la línea de fondo. El zaguero intentó cubrir la pelota para que se vaya y pareció lograrlo. Pero ni Aguirre, ni el árbitro ni el juez de línea opinaron lo mismo. Entonces, el wing xeneize “recuperó”, encaró para el área, se pasó a Herrera y definió para que todo Talleres explote de bronca.
El enojo se transformó en desahogo más tarde cuando Botta asistió muy bien a Girotti, que puso el 1-1 a los 20. El pacto de agresión continuó por bastante tiempo, favoreciendo la figura de Herrera, quien atajada a atajada se fue convirtiendo en el mejor del partido.
Durante la segunda parte, creció el domino de Boca y, como no le encontró la vuelta al planteo conformista de la T, disminuyeron las emociones. Recién reaparecieron tras el pitido final, con la definición por penales, donde pasó de todo. Patearon los 22 jugadores en cancha: hubo 15 aciertos, tres atajadas y cuatro yerros, tres de estos de manera consecutiva y a las nubes (Mantilla, Anselmino y Moyano) en un tramo insólito para el recuerdo.
Por Boca acertaron Zeballos, Giménez, Zenón, Lema, Blanco, Saralegui, Barinaga y Brey. Pol Fernández tuvo el triunfo pero se topó con Herrera, que también se lo atajó a Medina. Además, Anselmino falló groseramente.
Por Talleres no dudaron Tarragona, Ortegoza, Portillo, Benavídez, el ingresado Galarza, Suárez y Ruiz Rodríguez. Alejandro Martínez no pudo con Brey en el tercer disparo mientras que Mantilla y Moyano le perdonaron la vida a Boca con yerros increíbles. Y al final, falló el buen Herrera.