La fecha 12 del torneo de la Liga Profesional llega a su fin con actuaciones y resultados dispares entre los grandes candidatos. Atlético Tucumán, el líder, perdió el invicto y encendió las ilusiones de los que vienen detrás. El pelotón de arriba está cada vez más ajustado y nadie puede dar un centímetro de ventaja.
Un análisis de lo que dejó la jornada, con la mira puesta en la realidad de los grandes y de los que pelean por el título.
El árbol y el bosque
River le ganó a Independiente en el final, cuando ya los dos parecían conformarse con el empate. La victoria agónica no debería tapar que el equipo de Marcelo Gallardo sigue jugando mal, muy por debajo de las expectativas que generaron los refuerzos (los que llegaron ahora y los que vinieron a principio de año). El partido fue flojísímo y hubo una enorme cantidad de pases errados. En su vuelta al club como DT (insólito, se fue hace apenas ocho meses), Julio Falcioni le respetó la titularidad a los que habían ganado en Santa Fe. Pareció un “11″ demasiado ofensivo, lejos del gusto del veterano entrenador. De todas maneras, se las ingenió para que el equipo rara vez desarme el 4-4-2. Más allá del dibujo táctico y de los apellidos, Independiente hizo méritos para no perderlo. Una jugada aislada, con bastante mala fortuna para el “Rojo”, lo dejó con las manos vacías.
De local corre pero no vuela
Se popularizó la expresión: “Boca de visitante camina la cancha”. Hay que decir que de local tampoco juega un fútbol brillante. A Platense le ganó con lo justo. El equipo de Hugo Ibarra tiene “solistas” de jerarquía que juegan poco en equipo. Desequilibran e incluso influyen directamente en el marcardor (el sábado lo hizo Óscar Romero), pero nadie puede garantizar que el próximo partido repitan una actuación similar. Son talentosos pero laguneros. Así Sebastián Villa, y el mismo Romero suelen desenchufarse con llamativa facilidad y les cuesta sobrellevar el juego físico que los rivales les proponen cuando Boca es visitante. Tal vez ahí esté parte de la explicación de semejante irregularidad.
No le sobra nada
La que pasó fue, tal vez, la mejor semana en meses para el “Mundo Azulgrana”. Ningún futbolista “exigió” que lo vendan, Sebastián Torrico no amenazó con irse pese a ser suplente, no le apareció ningún nuevo embargo a esta dirigencia calamitosa y encima el rival, con la cabeza en la Libertadores, avisó que pondría suplentes. Todo dado para ganar dos partidos seguidos después de varios meses…pero, esto es San Lorenzo hoy. Se sabe: Rubén Insúa administra pobreza. Conduce un plantel con muchos pibes que pintan bien (Nicolás Fernández Mercau, Federico Gattoni, Agustín Martegani) y los mezcla con profesionales maduros ahora sí comprometidos con el club. Pero esto es fútbol y no alcanza solo con la voluntad. Ordenado, rendidor y “saca puntos”, al Ciclón le cuesta horrores ser protagonista del juego. Prueba de ello fue el empate de este domingo ante Estudiantes. Deberá seguir madurando y apostando a objetivos más terrenales que lo que implica soñar con meterse en alguna copa.
¿Será el domingo contra Boca?
Me pregunto: ¿El gran partido de Racing, que siempre amenaza y por ahora no concreta, será en el “Cilindro” contra el “Xeneize”? La “Academia” tiene un plantel a la altura de River y de Boca; Fernando Gago maneja en todos los puestos dos y hasta tres variantes; se reforzó con algunos de los mejores jugadores del mercado argentino y sin embargo no termina de engranar. Contra Barracas Central, en una cancha en pésimas condiciones, lo salvó Gastón “Chila” Gómez que, de paso, se aseguró con esta actuación ser titular en el próximo clásico. Racing tiene futbolistas muy valiosos y una conducción con muchos aciertos en el fortalecimiento del plantel y en la línea de juego. Sin embargo hoy parece estar un paso atrás del torneo pasado que lo tuvo como protagonista pese a contar con menos figuras.
Gimnasia resiste y sueña
Néstor “Pipo” Gorosito está haciendo un campañón con el “Lobo” pese a las limitaciones de un plantel que sufrió dos bajas mayúsculas: Cristian Tarragona (lesión) y Johan Carbonero (vendido a Racing). Difícil saber si aguantará el ritmo cuando todavía falta más de medio campeonato y tiene cerca a los “poderosos”.