Los gremios de la educación en alerta y un inicio de clases que se avizora incierto. Mientras el Gobierno amenaza con declarar a la educación como “servicio esencial” para intentar restringir las medidas de fuerza, ya hay un paro convocado para el próximo lunes por los sindicatos docentes nucleados en la CGT, que reclaman la convocatoria a la paritaria nacional. Caldeando lo ánimos, el vocero presidencial Manuel Adorni fue quien detalló que se evalúa considerar a la educación un servicio esencial, en línea con lo planteado por el DNU 70/23 de Javier Milei, pese a que los docentes obtuvieron una cautelar que suspendía esa medida porque vulnera el derecho a la protesta y la libertad sindical.
El anuncio tensa las cuerdas sobre la comunidad educativa y profundiza el conflicto abierto con los gremios tras la demora en llamarlos a negociar el salario mínimo nacional del sector. A eso se suma la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente, y del Fondo Compensatorio para las provincias que no logran igualar sus salarios a los niveles de la paritaria nacional: “Un logro de la lucha que dieron los docentes en los ‘90, con la carpa blanca y los 1003 días de ayuno, reclamando que el Estado se asumiera como garante de la educación del país”, recuerda Carolina Brandariz, dirigente de la CTE (Corriente de les Trabajadores) en UTE-Ctera.
“El planteo de esencialidad está suspendido por la Justicia, en la práctica, porque se ha suspendido la aplicación del articulado del DNU”, explicó a Página/12 Roberto Baradel, secretario general del Suteba y de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en provincia de Buenos Aires. “Una medida de la Justicia les impide avanzar en este sentido –continúa–, y discutiremos en el Congreso de Ctera del día 22, cuál es la medida a tomar si se insiste en esa línea”. Baradel se refiere al congreso sindical de este jueves, cuando Ctera definirá si avanza en línea con el paro ya convocado por UDA, Sadop, CEA y AMET, los sindicatos docentes de la CGT que resolvieron la medida de fuerza “si no hay llamado del Gobierno” para negociar en paritarias.
El malestar docente que podría complicar el inicio el ciclo lectivo 2024 se profundiza con la decisión del Gobierno de definir como “servicio esencial” a la educación. “Primero hay que considerar que hay un DNU, donde está incluido el tema de la educación, y hay una medida cautelar que no le permite al gobierno aplicar esa normativa”, se explaya Baradel. La cautelar cursada ante el Juzgado Nacional del Trabajo N°8 de CABA suspendió la aplicación de los artículos 86, 87, 88 y 97 del DNU que vulneran el derecho a la protesta y la libertad sindical de las y los trabajadores.
“Declarar la esencialidad de la educación es no hacerse cargo de la desinversión educativa y no resuelve el problema de fondo que es la desfinanciación del sistema educativo”, completa Brandariz. Y señala que “lo grave es que están licuando los salarios docentes, como el de todos los trabajadores y jubilados. Además hay una rebaja salarial, porque quitan los fondos nacionales, y profundizan la precarización del sistema”.
Tras la huelga convocada por los docentes enrolados en sindicatos de la CGT, será determinante lo que defina “el congreso de Ctera –insiste Baradel–, donde vamos a exigir convocatoria a paritaria y que se transfieran los fondos que le quitaron a la comunidad educativa. El mandato que tenemos hoy es reclamar la convocatoria a paritarias –concluye– y la restitución de fondos a las provincias. Si el gobierno nacional no lo hace, será su responsabilidad”. Las clases deberían comenzar el próximo lunes en numerosos distritos, CABA incluida.