Israel y el grupo islamista Hamas están cerca de concretar una nueva tregua en la guerra en la Franja de Gaza, cuya primera fase del acuerdo prevé un intercambio de 33 rehenes israelíes por 1.000 prisioneros palestinos, informaron este martes fuentes cercanas a las conversaciones realizadas en Doha. Familiares de los secuestrados expresaron su disconformidad ante el anuncio durante una reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mientras que cientos de ultraderechistas protestaron frente a su oficina, también en contra.
“Hemos superado los principales obstáculos (…) las negociaciones se desarrollan ahora en Doha de forma indirecta sobre los últimos detalles”, afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, en su rueda de prensa semanal, aunque se negó a prever una fecha para anunciar la firma del pacto. “Me es difícil establecer un plazo, pero sí puedo decir que hoy estamos en el punto más cercano para alcanzar un acuerdo. El inicio de su implementación se conocerá tras el anuncio (de su realización) que prevemos que será pronto”, recalcó.
Los detalles del acuerdo
El plan se aplicaría en varias fases e incluye la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja, la liberación de los rehenes de Hamas, la excarcelación de presos palestinos en Israel y el aumento de la ayuda humanitaria para Gaza. Hasta ahora solo se ha logrado un acuerdo de tregua de una semana en noviembre de 2023, en el que fueron intercambiados 105 rehenes por 240 presos palestinos.
La primera fase se llevará a cabo durante 42 días en los que se producirá el intercambio de 33 rehenes israelíes –con prioridad de niños, mujeres, ancianos, enfermos y heridos– a cambio de cientos de presos palestinos, según dijo un oficial israelí bajo condición de anonimato, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias EFE. La segunda fase del acuerdo, detalló, se empezaría a negociar en el día 16 de la primera fase si no ocurren contratiempos.
De los 251 secuestrados el 7 de octubre en el ataque de Hamas en Israel (en que además fueron asesinadas alrededor de 1.200 personas) quedan en el enclave 94 cautivos –al menos 34 de ellos están confirmados muertos–. Hay otros cuatro rehenes desde hace años, de ellos dos soldados muertos. En tanto, ya son más de 46.600 los palestinos fallecidos en los bombardeos israelíes realizados en represalia, según los últimos balances del Ministerio de Sanidad gazatí, que además advierte que los cuerpos de miles de desaparecidos siguen bajo los escombros.
El parte de Israel y Hamas
El ministro de Exteriores de Israel, Guideon Saar, aseguró que el posible pacto es positivo. “Desde nuestra perspectiva, por supuesto, es un avance positivo porque queremos que nuestra gente (los rehenes israelíes que siguen en manos de Hamas) regrese a casa, y nuestro objetivo es lograr un acuerdo de rehenes”, destacó en un comunicado. “En los últimos días hemos mantenido negociaciones muy intensas, con una participación significativa tanto de la Administración saliente como de la entrante de Estados Unidos”, agregó jefe de la Diplomacia israelí, precisando que tanto el gobierno de Joe Biden como el equipo de su sucesor, Donald Trump, están impacientes por alcanzar el acuerdo esta semana o antes del 20 de enero, día en que el republicano asume el poder.
Hamas también mostró su satisfacción con los últimos avances en las negociaciones. “La dirección del movimiento y de las distintas fuerzas destacó la continuación de la comunicación y las consultas hasta la finalización del acuerdo de alto el fuego y el intercambio de prisioneros, que llegó a su fase final, y expresó su esperanza de que esta ronda de negociaciones concluya con un acuerdo claro y exhaustivo”, expresó el grupo islamista en un comunicado.
A pesar de que el acuerdo negociado en Doha parece estar cada vez más cerca, las autoridades gazatíes advirtieron a la población que mantenga la “máxima cautela” ante posibles nuevos ataques de Israel contra el territorio palestino. “Experiencias anteriores nos confirman que la ocupación no duda en cometer masacres y crímenes contra nuestro pueblo palestino incluso cuando se habla de un alto el fuego, explotando este período para infligir la mayor cantidad de daños y pérdidas”, advirtieron. “Insistimos ante nuestro pueblo palestino en la necesidad de una vigilancia completa y la máxima cautela en esta delicada etapa”, subrayaron.
Entre las recomendaciones del las autoridades se encuentra mantener la precaución durante desplazamientos y seguir las informaciones oficiales, ante el riesgo de pasar por áreas destruidas o que continúan sufriendo bombardeos, así como por la presencia de posibles trampas explosivas sin denotar en el terreno. También alertaron de posibles desprendimientos en edificios destruidos. “Tengan cuidado con todo: es necesario ser cuidadosos en todos sus movimientos diarios y alejense de reuniones que puedan ser objetivo de la ocupación israelí”, detallaron.
El reclamo de los familiares de los rehenes
Por su parte, familiares de los rehenes exigieron a Netanyahu, con quien se reunieron este martes en Jerusalén, que negocie “ahora y no en el futuro” el regreso de todos los cautivos que siguen en manos de las milicias palestinas en la Franja de Gaza. “No nos detendremos hasta que se devuelva al último rehén. Permaneceremos aquí y seguiremos exigiendo la liberación de todos. Exigimos que se llegue a acuerdos ahora que prometan el regreso de todos, no en el futuro”, dijo la israelí Lishay Lavi Miran, esposa del rehén Omri Miran.
Los familiares de los secuestrados desconfían de que la tregua de tres fases garantice el regreso de todos sus seres queridos, puesto que, de momento, solo están establecidas las condiciones de la primera etapa, con los 33 rehenes que se liberarían. “Nos preocupa profundamente que, 465 días después del 7 de octubre, todavía no haya un acuerdo que prometa el regreso de todos los rehenes”, lamentó Gil Dickmann, primo de la rehén Carmel Gat, cuyo cuerpo fue recuperado de Gaza agosto tras ser ejecutada por los milicianos, confirmó la autopsia.
“Estamos muy preocupados por esta falta de continuidad entre las etapas. No podemos esperar hasta el día 16 de la primera fase para iniciar las negociaciones sobre la segunda y la tercera”, criticó Sharon Sharabi, cuyo hermano Eli sigue en cautiverio. “Exigimos que se inicien las negociaciones sobre las siguientes fases ahora, porque cada momento es crítico para nuestros rehenes”, agregó.
La lucha de los familiares de los rehenes por conseguir la llegada de un acuerdo con Hamas que permita la liberación de sus seres queridos no ha cesado en estos 15 meses de guerra con convocatorias masivas de manifestaciones en los principales puntos de Israel. En el parlamento israelí (la Knéset) su presencia también ha sido frecuente y allí no solo han pronunciado discursos sino también realizaron protestas contra los diputados y miembros del Gobierno israelí.
Protesta ultraderechista
Luego de la reunión de Netanyahu con los familiares, cientos de ultraderechistas israelíes protestaron por segundo día consecutivo frente a la oficina del primer ministro contra el acuerdo de alto el fuego. “Hacemos un llamamiento al primer ministro para que no ceda ante este acuerdo, que liberará a miles de terroristas con las manos manchadas de sangre”, expresó uno de los manifestantes con un megáfono, mientras que el grito generalizado de los asistentes a lo largo de la protestas fue: “un terrorista liberado es el asesino del mañana”.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, pidió a sus aliados en ese campo político que se unan para frenar la tregua. Desde el estallido de la guerra, el ala más radical del Gobierno de coalición de Netanyahu ha pedido más dureza en los bombardeos contra Gaza y se ha opuesto a mantener un diálogo con Hamas para poner fin al conflicto. “Durante el año pasado, utilizando nuestro poder político, pudimos evitar que este acuerdo se aprobara, una y otra vez”, aseguró Gvir, en una publicación en redes sociales.