Israel continúa luchando contra Hamas y este domingo bombardeó varios sectores de la Franja de Gaza, un día después de que los mediadores internacionales instaran a las partes beligerantes a aceptar un acuerdo de alto el fuego tras casi ocho meses de guerra. Pese a la oposición de la comunidad internacional, el Ejército israelí prosigue su ofensiva en Rafah, ciudad del sur de Gaza, con el objetivo de destruir los últimos batallones del movimiento islamista palestino. Cerca de un millón de palestinos huyeron ante el avance de las tropas israelíes hasta el centro y el oeste de Rafah, en la frontera con Egipto.
“La eliminación de Hamas” como objetivo
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró en un comunicado que, mientras sigue la ofensiva militar, se está evaluando una alternativa de gobierno a Hamas en Gaza. “La operación militar, por un lado, y la creación de la posibilidad de una alternativa de gobierno, por otro, nos permitirán alcanzar dos de los objetivos de esta guerra: la eliminación de Hamas como autoridad de gobierno y militar en Gaza, y la devolución de los rehenes”, aseguró Gallant.
El Ejército de Israel anunció el inicio de una nueva operación en el centro de la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, concretamente en el campamento de desplazados de Yabna. En un comunicado los militares indicaron que la primera fase de la operación se saldó con la muerte de “varios agentes terroristas” y la incautación de “muchas armas, incluidas ametralladoras antiaéreas”.
En el norte de Gaza tres palestinos murieron, entre ellos un niño, en un bombardeo que destruyó su casa en Ciudad de Gaza, según una fuente hospitalaria. Las zonas de Deir al Balah, Bureij y Nuseirat también fueron blanco de ataques. Los equipos de rescate y defensa civil de la Franja de Gaza recuperaron ya 120 cadáveres entre los escombros del campo de desplazados de Yabalia, escenario de una gran incursión militar israelí de tres semanas de duración.
Israel asegura que, durante la operación, sus fuerzas “eliminaron” a cientos de terroristas” y recuperaron los cuerpos de siete secuestrados el 7 de octubre. Las fuentes locales palestinas, en cambio, denunciaron a la agencia Wafa un espectro de “atrocidades y crímenes cometidos por la ocupación, entre ellas la destrucción masiva que infligió a los hogares de los ciudadanos, las instalaciones de servicios y las instalaciones públicas”.
El número de palestinos muertos en la guerra que Israel libra en la Franja aumentó este domingo a 36.439, el 70 por ciento de ellos mujeres y niños, según el recuento del ministerio de Salud gazatí. “La ocupación israelí cometió cuatro masacres contra familias en la Franja de Gaza, incluidas 60 muertos y 220 heridos durante las últimas 24 horas”, informó el ministerio, lo que incrementó el número total de heridos catendidos en hospitales a 82.627.
“Ultimar” la tregua
Qatar, Estados Unidos y Egipto, mediadores en el conflicto, exhortaron el sábado a Israel y a Hamas a “ultimar el acuerdo de tregua” basado en un plan expuesto por el presidente estadounidense, Joe Biden. El plan de tres fases anunciado el viernes por Biden, propuesto según él por Israel, empezaría con una tregua que incluiría la retirada de las tropas israelíes de las zonas pobladas de Gaza por seis semanas y la liberación de algunos rehenes en manos de Hamas a cambio de presos palestinos. El cese el fuego temporal podrá volverse permanente “si Hamas respeta sus compromisos”, detalló el también candidato presidencial demócrata.
La siguiente fase incluiría la liberación del resto de los rehenes y la retirada completa del Ejército israelí de Gaza. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recordó que las condiciones para poner fin a la guerra incluyen la “destrucción” de Hamas y la “liberación de todos los rehenes”. Hamas se limitó a decir que recibía “positivamente” la hoja de ruta presentada por Biden, tras reiterar que antes de poder alcanzar cualquier acuerdo exigía un alto el fuego permanente y la retirada total de las fuerzas israelíes.
Reunión en Egipto
La ofensiva israelí provocó una catástrofe humanitaria en Gaza, con riesgo de hambruna según la ONU. La mayoría de sus 2,4 millones de habitantes se vieron obligados a desplazarse, aunque Naciones Unidas afirma que ya no queda ningún lugar seguro en el territorio asediado por Israel. Según las autoridades israelíes, 764 camiones egipcios con ayuda entraron la semana pasada en Gaza por el paso de Kerem Shalom con Israel.
El domingo concluyó una reunión entre Egipto, Estados Unidos e Israel en El Cairo acerca del paso fronterizo de Rafah, crucial para la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y cerrado desde que las fuerzas israelíes tomaron el control del lado palestino el 7 de mayo. Durante la cita Egipto reiteró su rechazo a que Israel controle el lado palestino del paso, según un alto funcionario citado por Al Qahera News, medio cercano a los servicios de inteligencia egipcios.
El ingreso de ayuda a Gaza se limitó considerablemente luego del inicio de la operación militar israelí en Rafah y la toma del lado palestino del cruce, que era la única salida del enclave no controlada por Israel. Desde entonces la ayuda llega únicamente a través del muelle marítimo construido por EE.UU. en la costa de Gaza o lanzamientos aéreos en cantidades consideradas insuficientes.