En Irak, una multitud de manifestantes se adhirió a las protestas encabezadas por un clérigo chiíta y por segundo día consecutivo mantuvieron ocupadas las instalaciones del Consejo de Representantes, el parlamento unicameral.
Moqtada al Sadr, el líder del movimiento, instó a los iraquíes a “aprovechar” lo que consideró como “una oportunidad de oro” para llevar a cabo reformas profundas en el país.
Al Sadr explicó que la “revolución espontánea y pacífica”, desde su perspectiva, “liberó” la llamada Zona Verde, la zona fortificada de Bagdad donde tiene su sede la mayoría de las principales organizaciones gubernamentales, privadas y diplomáticas.
Según subrayó el líder religioso a la agencia de noticias Europa Press: “Es una gran oportunidad de lograr un cambio radical en el sistema político”.
Ayer, los simpatizantes de Al Sadr asaltaron el parlamento por segunda vez en la semana pasada, después de haberlo hecho también el miércoles, en protesta contra la candidatura del político chiíta proiraní Mohamed al Sudani al cargo de primer ministro.
Unas 125 personas, entre ellas 25 miembros de las fuerzas de seguridad, resultaron heridas en aquellos incidentes.
Esta vez no se reportaron víctimas y manifestantes afirmaron que los efectivos de las fuerzas de seguridad que se encontraban dentro del parlamento no estaban armados.