El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, dio precisiones sobre el avance de las investigaciones respecto al intento de golpe de Estado ocurrido a partir de la toma de los tres poderes en Brasilia el domingo pasado. Según informó, ya fueron identificados los responsables de trasladar hasta Brasilia a participantes bolsonaristas, aunque todavía no están plenamente reconocidos quienes financiaron la movilización. En ese contexto, esta jornada se produjo el arresto de una de las principales impulsoras del ataque.
La Policía Federal de Brasil detuvo a Ana Priscila Azevedo, considerada una de las organizadoras del intento de golpe a las instituciones del domingo pasado en Brasilia, en el que miles de seguidores de Jair Bolsonaro asaltaron la sede de la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo en reclamo de un golpe de Estado.
Azevedo, a quien se la puede ver incitar a los asaltantes a “tomar el poder” en varios videos en redes sociales, fue detenida ayer por orden del Tribunal Supremo en el municipio de Luziania, en Goiás, y trasladada a Brasilia, informó la agencia de noticias Europa Press.
Un día antes de los actos, considerados “golpistas” y “terroristas” por los tres poderes asaltados, Azevedo acudió a las redes sociales para hacer su enésimo llamamiento a “sitiar” las sedes de las instituciones, hablando que “caravanas llegadas de todo Brasil” harán “caer a Babilonia”.
Su presencia en videos e imágenes durante el asalto son numerosas, según recabaron medios brasileños, desde la rampa del Congreso, pasando por el Palacio del Planalto hasta el campamento que se levantó cerca del cuartel general del Ejército, donde centenares de personas se instalaron a la espera de un golpe militar.
Ella es una de las 1.500 personas, en su mayoría militantes bolsonaristas, que continúan arrestadas por los hechos del domingo.
Del total de detenidos el domingo, casi 600 personas fueron liberadas ayer “por cuestiones humanitarias”, informó la policía de Brasil.
Ordenan reforzar la seguridad
El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) ordenó este miércoles a las autoridades públicas de todos los niveles que dispongan “todas las medidas necesarias” para evitar eventuales ocupaciones de edificios o bloqueos de calles ante las nuevas protestas anunciadas por sectores bolsonaristas, a los que el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva consideró “un grupo de locos” que todavía no entendió que “las elecciones terminaron”.
La resolución de reforzar la seguridad en todas las áreas fue del juez Alexandre De Moraes y obedece a un pedido de la Procuraduría General de la Nación en base al llamado de grupos bolsonaristas a nuevas manifestaciones en todas las capitales estaduales.
Según la convocatoria, que se difundió especialmente a través de la red de mensajería Telegram, está prevista también una concentración en la Explanada de los Ministerios de Brasilia, donde se iniciaron los actos golpistas del domingo, en la céntrica Avenida Paulista de San Pablo y en el paseo del balneario de Copacabana en Río de Janeiro.
Ante ese cuadro, De Moraes prohibió además interrumpir la libertad de circulación de automóviles en todo el territorio nacional y el acceso a los edificios públicos, so pena de imponer una multa de 20.000 reales (3.850 dólares) para personas físicas y 100.000 reales (19.200 dólares) para personas jurídicas.
El magistrado también ordenó a la plataforma Telegram bloquear canales, perfiles y cuentas grupales con el llamado a manifestar.
Bolsonaro anticipa su regreso a Brasil
Mientras tanto, Bolsonaro continúa en Estados Unidos, donde tuvo que ser internado por unas horas por unos dolores abdominales recurrentes tras el apuñalamiento del que fue víctima en 2018.
El expresidente brasileño fue dado de alta este martes del hospital donde había ingresado el domingo por problemas intestinales, comprobó un periodista de AFP.
Poco después de las 19H00 (00H00 GMT del miércoles), Bolsonaro bajó de un vehículo junto a otra persona y entró rápidamente en la casa de las afueras de Orlando (Florida) donde ha estado residiendo desde el 30 de diciembre.
La víspera, el exmandatario ultraderechista había confirmado en redes sociales su hospitalización en Orlando por una “adherencia” intestinal, acompañando su mensaje de una foto de él en su cama de hospital.
El exmilitar de 67 años dijo este martes al canal de noticias CNN Brasil que quería regresar antes de lo previsto a su país.
“Vine [a Estados Unidos] para quedarme hasta finales del mes [de enero], pero mi intención es adelantar mi regreso”, declaró al medio, justificando su decisión en el hecho de que sus médicos en Brasil conocen mejor los problemas causados por la puñalada.
Varios congresistas están proponiendo la elaboración de una comisión especial en ambas cámaras para analizar su grado de implicancia en estos ataques y reclamaron al Supremo que ordene su extradición.
Asimismo, el Ministerio Público de Brasil pidió ayer al Tribunal de Cuentas (TCU) que bloquee los activos del exmandatario, así como del suspendido gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, y del secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres.