Al menos 46 reclusas murieron el martes en una prisión hondureña para mujeres en un enfrentamiento entre bandas criminales.
Las víctimas estaban recluidas en el Centro Femenino de Adaptación Social, ubicado a unos 20 kilómetros de Tegucigalpa, informaron las autoridades.
Las prisioneras fallecieron “en su mayoría calcinadas y otras tiroteadas”, dijo el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, a la agencia de noticias Reuters.
El martes, las autoridades reportaron el fallecimiento de 41 mujeres. Al día siguiente, el número de víctimas aumentó tras el hallazgo de varios cuerpos que estaban “carbonizados y reducidos”, precisó Mora.
Según un portavoz policial, un grupo de mujeres armadas de la pandilla Barrio 18 sometió a los custodios del penal y atacó a sus rivales de la Mara Salvatrucha.
Sobrevivientes contaron a la prensa local que miembros de ambas pandillas se enfrentaron con armas de fuego y armas blancas.
Un bando encerró presuntamente a prisioneras del grupo rival en el módulo 1 de la prisión e inició un incendio con colchonetas y gas. En paralelo, otro grupo de reclusas que se encontraban en el módulo 2 se enfrentó con pistolas y fusiles, reportó el diario honduñero La Prensa.
Testigos dentro de la cárcel aseguraron que varias de las víctimas buscaron refugiarse de las llamas dentro de un baño. Los cuerpos quemados fueron encontrados unos encima de otros.
“Monstruoso asesinato”
En su cuenta de Twitter, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, dijo estar “conmocionada” por el“monstruoso asesinato de mujeres” en la prisión.
La mandataria aseguró que el ataque fue “planificado por maras”, en presencia de las autoridades de seguridad.
Castro destituyó al Ministro de Seguridad Ramón Sabillón y nombró en su lugar al general Gustavo Sánchez, quien dirigía la policía de Honduras.
La prisión dispone de una sala donde hay 23 niños que son hijos de las reclusas, indicó Evelyn Escoto, Comisionada del Centro Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes de Honduras.
Familiares de las presidiarias acudieron a las puertas del penal para solicitar información sobre sus parientes.
La presidenta de una asociación de familiares de presos, Delma Ordóñez, advirtió que en la prisión hay unas 900 reclusas.
A primeras horas de la mañana del martes era visible una columna de humo negro que se desprendía de un módulo de la edificación, por lo que los bomberos, autoridades, fiscales y forenses acudieron a la prisión, según imágenes difundidas por medios locales.
Otras siete reclusas fueron trasladadas al Hospital Escuela, informaron fuentes del hospital.
Declaran emergencia
La viceministra de Seguridad de Honduras, Julissa Villanueva, informó que el gobierno declaró “emergencia” en la prisión y convocó la intervención de policías, militares y bomberos.
“No vamos a tolerar actos vandálicos ni tampoco irregularidades en esta cárcel”, advirtió en su cuenta de Twitter.
Honduras tiene un largo historial de episodios violentos dentro de sus cárceles. El más mortal ocurrió en febrero de 2012, cuando un incendio causó la muerte de 360 personas en la granja penal de Comayagua.
Al finalizar las investigaciones, expertos estadounidenses concluyeron que se trató de un accidente.