Silvio Eduardo Espíndola, la pareja de la enfermera desaparecida en Gonzaléz Catán fue detenido hoy al mediodía luego de descubrir el cuerpo sin vida de su esposa, Elizabeth Julia Di Legge, en el galpón del fondo de su propia casa.
La mujer de 47 años fue encontrada este lunes por la mañana con una aguja clavada en su brazo derecho y una sonda con una jeringa luego de que un perro rastreador de la policía bonaerense insistiera con entrar al galpón del domicilio.
Para ingresar, los policías debieron forzar una puerta ya que el hombre insistía con que había perdido las llaves de esa parte de la casa.
Unas horas antes, el presunto femicida atendía a la prensa en el frente de la casa donde ambos vivían junto a sus 3 hijos, en la localidad bonaerense de González Catán, partido de La Matanza.
El hombre, también enfermero, afirmaba con seguridad que su esposa había salido el viernes pasado hacia el hospital policial Churruca-Visca, del barrio porteño de Parque Patricios, para cubrir una guardia y que desde entonces se encontraba desaparecida.
Cerca de las 15, efectivos de la policía bonaerense demoraron a Espíndola hasta obtener los resultados de la autopsia. Se determinará si la enfermera causó su propia muerte o bien, si su marido la asesinó y se encargó de cubrir el femicidio con su falso testimonio y su raid mediático.
Mientras Espíndola era arrestado por efectivos de la policía, los vecinos y amigos lo insultaban y acusaban a gritos de “asesino”. Algunos golpearon el patrullero en el que el sospechoso fue llevado demorado, con el rostro cubierto, según se vio a través de TN.
Entre otros presentes, una amiga de Di Legge enfrentó a los medios y aseguró que Elizabeth era víctima de violencia de género. “Tengo un informe que le hice a ella, es mi amiga y me contaba atrocidades que hacía este hijo de puta”, dijo en la puerta de la vivienda donde fue hallada muerta.
Y agregó: “No dudo de que él la mató, él la maltrató”, dijo al referirse a su amiga. El sospechoso de femicidio ya había admitido públicamente que el jueves anterior a la “desaparición” de su pareja, habían discutido, aunque minimizó el alcance de ese hecho.
La Justicia además cuenta con un informe del 21 de julio de 2022 en el que se comprueba que sufría diversos tipos de violencia en su casa y que incluso pidió ayuda. También existe una denuncia del 2019 en un Juzgado de Familia y registros de distintas intervenciones del área de asistencia a la Mujer del municipio de La Matanza.
Según confirmaron fuentes policiales, la denuncia fue presentada el sábado pasado en la comisaría 1ª, de La Matanza Sur. La causa que inició como “averiguación de paradero” está radicada en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°3 de La Matanza. Ahora podría convertirse en un expediente por femicidio.