Un hombre de 27 años acusado de un brutal crimen ocurrido en la localidad de Gödeken a principios de 2020 fue condenado a 20 años de prisión. Se trata de Néstor Fabián Daga, quien atacó y mató a palazos a José Antonio Perino en ese pequeño pueblo del departamento Caseros, ubicado a 157 kilómetros de Rosario.
La sentencia fue dispuesta por los jueces de primera instancia Lorena Garini, Adrián Godoy y Benjamín Révori en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos, que se desarrolló en los tribunales de la ciudad de Melincué. Los magistrados dieron a conocer los fundamentos de su decisión en una audiencia realizada este lunes. “El condenado reconoció su responsabilidad penal por los hechos ilícitos que le atribuimos”, explicó la fiscal que investigó el caso, Susana Pepino.
El homicidio ocurrió el lunes 13 de enero de 2020 en la casa de la víctima, situada en calle 22 al 1300. La puerta de ingreso a la vivienda estaba abierta y Daga entró “silenciosamente con la intención de quitarle la vida a Perino, atacándolo de manera sorpresiva”, explicó la funcionaria de Ministerio Público de la Acusación (MPA) en la audiencia del juicio abreviado.
En esa misma línea, detalló que “le pegó con un palo en reiteradas oportunidades. Lo golpeó en la cabeza y en distintas partes del cuerpo y le provocó múltiples heridas cortantes en el cráneo y una fractura en el antebrazo derecho”. Afirmó que “a causa de la agresión, la víctima falleció”.
Aclaró luego que “antes de cometer el homicidio de Perino, el condenado había cometido hechos delictivos en un hogar de ancianos y en la vivienda de la abuela de su pareja, ambos inmuebles ubicados en Gödeken”, para lo cual “usó un elemento contundente para romper los vidrios de diferentes aberturas”, precisó.
La fiscal puntualizó que “luego de cometer el homicidio, Daga fue detenido y alojado en la Alcaidía de Melincué”, y relató que “desde allí, amedrentó por teléfono a una mujer durante dos meses y medio”.
Al respecto, aclaró que “la víctima de las amenazas es la madre de quien por entonces era la pareja” del condenado y, en tal sentido, detallo que “atemorizaba a su suegra diciéndole que cuando recuperara su libertad la buscaría para hacerle daño”. Además, indicó que “la intimidaba con el falso argumento de que, sin notarlo, era controlada por otras personas y que por lo tanto él conocía los movimientos que ella hacía en todo momento”.
Daga fue condenado como autor del homicidio de Perino y de los delitos de amenazas y de daño. La Defensa aceptó la calificación penal de los hechos ilícitos, la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio. Asimismo, los familiares de Perino y las otras víctimas de los ilícitos manifestaron estar de acuerdo con lo resuelto.