El héroe indiscutible de la jornada santiagueña fue Matías Mansilla, justo en su tierra natal. El nacido en Los Juríes, quien hasta hace poco atajaba para Central Córdoba y llegó a Estudiantes para reemplazar a un ídolo pincha como Mariano Andújar, se erigió como la figura en la definición por penales de la Copa de la Liga. “Estoy muy feliz, se me vienen muchas cosas a la cabeza; lo primero es mi familia, yo soy de acá de Santiago y no lo hubiese soñado. Estar viviendo esto es hermoso”, declaró.
No es la primera vez que Mansilla brilla en estas instancias, ya que también fue determinante contra Boca con atajadas a Edinson Cavani y a Nicolás Figal.
“Si bien habíamos estudiado, había chicos (de Vélez) que no tenían penales. La verdad que había muchos chicos y es difícil el análisis. Lo que sí miré era para el banco a todo momento porque, más allá del machete, ellos me indicaban y en el momento, capaz que alguno cambiaba”, explicó el arquero sobre el tan famoso machete.
“En el momento por ahí tenés el análisis que hacés con los compañeros y el profe. Pero hay jugadores que cambian. Yo en lo personal trato de ver cómo está el jugador, si está ansioso o apurado y de acuerdo a eso decido”, continuó.
Mansilla no pudo atajar los dos primeros penales -Mammana y Sarco- pero se recuperó espectacularmente para quedarse con el tercero (García), el cuarto (Cáseres) y el sexto (Montoro). Sobre este último, explicó: “De Montoro no tenía penales. Lo ví en la carrera como muy tranquilo, por cómo llevaba la pelota. Lo ví como que no estaba muy pisado para cruzar fuerte y decidí ir abierto y gracias a Dios pateó ahí”.
Mansilla, de 28 años, llegó a su partido número 20 con Estudiantes, donde recibió 15 goles. El exMidland, Morón y Patronato también aprovechó para tirar un palito al lado de enfrente. “Antes de venir a Estudiantes estuve muy cerca de ir a Vélez. Me dijeron que faltaba el OK del entrenador. Pero bueno, no se dio”, deslizó con ironía.