Las maniobras “Escudo de libertad” contemplan escenarios en los que Corea del Norte ataca el sur de la península. El régimen de Pyongyang prometió dar una respuesta “sin precedentes”
Los ejércitos de Corea del Sur y EEUU iniciaron este lunes sus grandes maniobras militares de primavera en un momento marcado por la enorme tensión en la península y la amenaza norcoreana de brindar “una respuesta sin precedentes” a estos ejercicios.
Las maniobras Freedom shield, basadas en simulaciones por ordenador que contemplan escenarios en los que Corea del Norte ataca el sur de la península, arrancaron y durarán 11 días, según confirmó a EFE un portavoz del Ministerio Nacional de Defensa surcoreano.
Ambos Ejércitos dijeron anteriormente que la simulación por ordenador está diseñada para fortalecer las capacidades de defensa y respuesta de los aliados en medio de las crecientes amenazas nucleares de Corea del Norte y otros entornos de seguridad cambiantes. Dijeron que los ejercicios de campo también volverían a la escala de su anterior entrenamiento de campo más grande llamado Foal Eagle que se realizó por última vez en 2018.
Por primera vez los ejercicios se llevarán a cabo sin realizar un descanso el fin de semana, lo que supondrá el conjunto de maniobras de puesto de mando más largas jamás realizadas por los aliados.
Enmarcados en Freedom shield, los ejércitos surcoreano y estadounidense realizarán en torno a una veintena de ejercicios sobre el terreno bajo la denominación común Warrior shield que han “recobrado la escala de Foal eagle”.
Las maniobras militares Foal eagle fueron unos ejercicios sobre el terreno realizados regularmente por los aliados que fueron suspendidos en 2019 para tratar de mejorar el ambiente durante las conversaciones sobre desarme con el régimen norcoreano, que actualmente se hayan en una vía muerta.
Se espera que un portaaviones de propulsión nuclear estadounidense tome parte en los ejercicios en los próximos días.
En la víspera de que arrancaran los ejercicios de los aliados, Corea del Norte lanzó dos misiles de crucero desde un submarino tras disparar el viernes una salva de al menos seis misiles balísticos de corto alcance.
Pyongyang suele considerar estas maniobras como un ensayo para invadir su territorio y en esta ocasión ha prometido dar “una respuesta sin precedentes”.
La última vez que los aliados realizaron maniobras de esta envergadura el pasado noviembre, Corea del Norte disparó en respuesta más de 30 misiles de distinto tipo -uno de ellos de alcance intercontinental- en apenas tres días.
La península vive un nivel histórico de tensión después de un 2022 en el que Pyongyang, que ha rechazado ofertas para retornar al diálogo, realizó un número récord de pruebas de armas y en el que los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar activos estratégicos como portaaviones de propulsión nuclear o bombarderos.
Ante la aparente falta de voluntad para impulsar la distensión por ambas partes los expertos han señalado el creciente peligro de que se produzca un error de cálculo que pueda tener consecuencias fatales.