Una propuesta del gobierno que podría convertir a España en el primer país de Europa en permitir a las trabajadoras tomarse una licencia menstrual ha suscitado un debate sobre si la política ayudaría o perjudicaría a las mujeres en el lugar de trabajo.
Un borrador filtrado del nuevo proyecto de ley que el Consejo de Ministros español tiene previsto debatir el martes propone conceder a las trabajadoras con dolores menstruales tres días de licencia opcional al mes, con dos días adicionales permitidos en casos excepcionales.
No estaba claro si el permiso sería remunerado o no, o si se ofrecería en forma de horas flexibles que las empleadas tendrían que recuperar en un plazo determinado.
José Luis Escrivá, ministro español de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, trató este jueves de moderar las expectativas, describiendo la propuesta filtrada como un borrador que todavía estaba “en discusión” dentro del gobierno de coalición.
El Ministerio de Igualdad, uno de los cuatro ministerios dirigidos por el partido Podemos, el socio menor del gobierno español liderado por los socialistas, está detrás de la propuesta de ley, según Cadena SER, que informó por primera vez de la medida.
El ministerio dijo a The Associated Press que no había filtrado el borrador y que la versión que el Consejo de Ministros considere podría sufrir revisiones.
La secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, propuso en marzo la idea de conceder algún tipo de licencia menstrual. “Es importante aclarar qué es una regla dolorosa”, comentó al El Periódico. “No estamos hablando de una leve incomodidad, sino de síntomas graves como diarreas, cefaleas fuertes, fiebre”, añadió.
Aunque un puñado de empresas privadas de toda Europa han adoptado políticas sobre el periodo menstrual, la promulgación de un enfoque nacional convertiría a España en un país pionero en Europa. En algunas naciones avanzadas de Asia, como Japón hasta Corea del Sur, existen desde hace tiempo normas sobre licencias menstruales, aunque se ha debatido hasta qué punto se utilizan.
Italia consideró brevemente la idea en 2016, proponiendo un proyecto de ley que habría proporcionado tres días libres totalmente pagados a las trabajadoras que obtuvieran certificados médicos. La propuesta no avanzó antes de que terminara la legislatura en 2018.