La ciudad costera de Viña del Mar, Chile, se vio afectada por un socavón de grandes dimensiones producido por fuertes lluvias que cayeron durante el último fin de semana. Más de 200 personas fueron evacuadas en cuatro torres de lujo, ante el riesgo de derrumbe que corren los edificios.
El pasado domingo, en Viña se alcanzó el récord de lluvias de los últimos diez años. Como consecuencia de la gran cantidad de agua, se generó una enorme grieta en la duna donde se encuentran las construcciones residenciales.
“Construir sobre un sistema dunar es una situación delicada”, señaló al respecto la ministra de Obras Públicas de Chile, Jessica López, y remarcó: “Nuestra primera preocupación es cuidar la integridad de las personas y por eso nos hemos mantenido monitoreando”.
Las lujosas edificaciones de la zona afectada fueron construidas sobre dunas, un hecho que ha despertó las críticas de expertos y autoridades locales debido a las complicaciones que pueden presentarse.
Arquitectos y especialistas denunciado que se permitiera la construcción sobre un suelo tan inestable y explicaron que la única solución posible es el derribo de los costosos edificios afectados.
“Si hay que demoler, hay que demoler. Pero lo que no puede ocurrir hoy día, es que se juegue con la integridad y la vida de las personas”, sostuvo Rodrigo Mundaca, gobernador de Valparaíso, quien apuntó contra las empresas constructoras.
Así, reclamó: “Me imagino que aquí tienen que haber seguros comprometidos y, si tienen seguros comprometidos, esos seguros se tienen que poner a disposición de las personas y las familias que confiaron en las constructoras que edificaron sobre este campo dunar”.
“Es de sentido común que no se puede edificar sobre ecosistemas que se encuentran fragilizados“, remarcó y agregó: “Esto es un campo dunar, a nadie se le podría ocurrir construir sobre una duna, porque es un suelo y textura que no tiene la mecánica suficiente para poder soportar edificaciones de esta naturaleza”.
De todas formas, se informó que, por el momento, se optó por la reparación de los daños, trabajo que puede demorar unos ocho meses.
“(Voy) a tratar de alquilar un departamento más pequeño y apurar las gestiones administrativas y judiciales para ver si podemos volver al lugar”, manifestó luego de lo ocurrido uno de los vecinos afectados, Antonio Gausi, en diálogo con AFP.
Este se trata del segundo socavón que se presenta en la zona en lo que va del año. El primero se generó el pasado mes de agosto, a pocos metros del lugar de la emergencia.