El prófugo acusado por el crimen de Sofía Vicente en Olavarría dio pistas falsas tras la desaparición de la joven

Diego Ezequiel González tiene un pedido de captura como presunto autor material del asesinato

El prófugo acusado de haber cometido el femicidio de Sofía Belén Vicente, la joven de 22 años que la semana pasada fue encontrada en un pozo ciego de un campo tras permanecer desaparecida cinco días en el partido bonaerense de Olavarría, dio pistas falsas a los investigadores al momento de la búsqueda de la víctima.

Diego Ezequiel González tiene un pedido de captura como presunto autor material del asesinato dispuesto por la fiscal de la causa, Paula Serrano, por lo que la Policía continuaba los operativos para concretar su detención.

La titular de la Unidad Funcional de Instrucción 4 descentralizada en Olavarría dio ayer una conferencia de prensa en la que dio detalles del avance de la investigación que tiene como detenido al ex policía Pablo Martín Olalde, imputado como “partícipe necesario” del femicidio.

Serrano aseguró frente a los medios que González había dicho que Sofía “se había subido a un auto” con destino a la ciudad balnearia de Mar del Plata. “Su relato no se pudo verificar pero sí se verificaron otros, por eso tiene el pedido de detención”, indicó la fiscal, tras ser consultada sobre si creía que lo hizo para “embarrar” la investigación que en ese momento estaba caratulada como “averiguación de paradero”.

Además, la funcionaria judicial contó y según informó Télam, que “el pozo donde se encontró el cuerpo está ubicado a tres o cuatro metros de una vivienda de los puesteros que estaba desocupada hace tiempo”.

“En esa vivienda se encontraron elementos que podrían tener vinculación con la causa, un tambor con ropa quemada que se mandó a peritar”, explicó Serrano, y agregó: “Presumimos que la mataron ahí, aunque no descartamos que la hayan trasladado”.

Y respecto a ese sitio del campo, “sería un lugar conocido por alguno o algunos de los que están sospechados en la causa”, quizá por “una relación laboral” previa.

También dijo que la autopsia determinó que la data de muerte fue entre “el 3 y 6 de marzo” cuando ella había desaparecido el 4.

En tanto, la fiscal confirmó que el ex policía Olalde tenía “denuncias (de violencia de género) de una expareja que data de años y tiene algunas otras denuncias también”.

“La defensa de Olalde aún no ha ofrecido pruebas para demostrar alguna otra hipótesis o su inocencia hasta el momento”, aseguró sobre el único detenido, quien se había negado a declarar y a fin de mes será sometido a pericias psiquiátricas y psicológicas.

El hallazgo del cuerpo de la víctima, quien había sido vista con vida por última vez durante el Festival de Doma y Folclore realizado en Olavarría, ubicado en el centro-sudoeste de la provincia de Buenos Aires, ocurrió el jueves 9 de marzo en un predio situado en avenida Del Valle, prolongación Oeste, camino a Crotto. 

Dos personas que trabajaban en la zona avisaron a la Policía a raíz de un olor nauseabundo que provenía de un pozo de unos dos metros de profundidad, por lo que personal de la comisaría local se presentó de inmediato.

Los efectivos constataron que adentro había un cadáver de una mujer que resultó ser el de la joven desaparecida desde el sábado 4 de marzo tras ir al festival realizado en el predio de la Rural de Olavarría.

Según las fuentes, la fiscal Serrano, supervisó en el lugar del hallazgo las tareas de Policía Científica y de Bomberos y, desde un primer momento, los peritos observaron lesiones en el cuerpo de la víctima que pudieron haber sido provocadas por terceros y determinaron que se trató de un femicidio.

El informe de la autopsia que recibió la fiscal indicó que la joven recibió un balazo en la nuca y tenía signos de ahorcadura a lazo, es decir con un cable o una soga. 

No obstante, las fuentes dijeron que probablemente el deceso se haya producido a raíz del disparo, ya que la autopsia confirmó que al momento de ser efectuado Sofía estaba viva.

Además, sus piernas estaban atadas y sus ojos vendados, por lo que los pesquisas sospechan que el ataque fue cometido por más de una persona.

Una hipótesis es que mientras uno de los femicidas la ahorcaba, otro le disparó en la parte de atrás del cráneo. En tanto, los peritos también establecieron que no había signos de abuso sexual.