Ayer se completó la segunda jornada del paro de 48 horas que hizo el Frente Sindical Universitario con una adhesión superior al 90% en todo el país, lo que da cuenta de un altísimo acatamiento. Pero, lejos de desmovilizar, la acción de los gremios docentes y no docentes se completó con medidas muy fuertes como clases públicas en la Plaza de Mayo. El Gobierno no solo no da el brazo a torcer con el Presupuesto 2025 (que tiene la mitad de los fondos necesarios) sino que aún no envío los instructivos de liquidación a las universidades con el aumento del 6.8 por ciento que había prometido después de la movilización del 2 de octubre. Lo mismo sucede con la promesa de pagar la Garantía Salarial para los empleados de menores ingresos.
Todos los sindicatos que integran el bloque universitario coinciden: el acatamiento del paro del lunes y martes fue contundente en todo el país. El reclamo por la recomposición salarial se mantiene también con otras medidas de visibilización, que se suman a la efervescencia del movimiento estudiantil y al acompañamiento de los rectorados. El Gobierno insiste en que no habrá ni un peso más para la educación superior, la comunidad educativa persiste con la movilización y lucha dentro y fuera de las aulas. “Vamos a dar una pelea fuerte. No solo por más dinero para el Presupuesto sino porque en el marco del proyecto se asigne una partida específica destinada a recuperar los salarios perdidos. Si el año cerrara así, estaríamos consolidando 50 puntos de pérdida frente a la inflación”, dijo el secretario de Organización de CONADU, Federico Montero, a Página 12.
Además, explicó que de mantenerse el ajuste en los sueldos, la pérdida sería histórica: “Va a ser el año que más perdieron los docentes y no docentes universitarios desde la recuperación de la democracia”. Frente a ese panorama, a la acción gremial se suma también la activación estudiantil, durante los dos días se hicieron intervenciones en distintas provincias con radios abiertas, cortes de calles y ruidazos y una gran jornada de clases públicas en Plaza de Mayo (ver aparte). Hoy se hará una movilización en Avellaneda, que se suma a las que ya se hicieron en Quilmes y Tres de Febrero, entre otras localidades del conurbano bonaerense. También se harán clases públicas en todas las provincias a partir del mediodía. Es una iniciativa impulsada por la Federación Universitaria Argentina (FUA), que también prepara una más masiva para el jueves a las dos de la tarde frente al Congreso para reclamar a los legisladores que no aprueben el presupuesto.
Además, se harán cacerolazos los miércoles por la noche y para noviembre se organizan marchas regionales en cinco provincias, que confluirán en una gran jornada en la Ciudad de Buenos Aires. El desafío es luchar por las universidades sin interferir en el desarrollo académico de los estudiantes. “Ellos no tienen la culpa de tener un presidente al que no le importa nada”, dijo Walter Merkis, secretario general de la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (FATUN), en diálogo con este diario. Mostró preocupación por el calendario universitario al que solo le quedan ocho semanas. “Se nos termina el año y llegan los exámenes. No queremos perjudicar a los alumnos porque esa instancia es fundamental y queremos que puedan redondear su formación porque sino le estaríamos causando un perjuicio directo. Que al Gobierno y a Milei no le interese, es un problema que los alumnos no tienen la culpa”, agregó el sindicalista.
Ayer por la noche, había preocupación en las universidades porque aún no llegaron a los instructivos de liquidación de salarios, por lo que los gremios descuentan que no recibirán el aumento del 6.8 por ciento que anunció el ministerio de Capital Humano tras la marcha del 2 de octubre. Para esta altura del mes, las casas de estudios ya deberían tener novedades sobre las instrucciones de pago, todo indica que no recibirán el incremento que prometió Sandra Pettovello el 7 de octubre en un comunicado. Tampoco se sabe nada de la Garantía Salarial Docente para las categorías más bajas. “Pettovello tiene que dejar de mentir y mandar los fondos. Ya firmaron en un decreto el mes de julio y tienen que pagar el retroactivo desde abril. Esas partidas no están previstas y no han mandado los instructivos de pago. Este Gobierno ya no cumple ni con lo firmado, eso es lo grave”, sostuvo el secretario de gremial de UTE-CTERA, Marcelo Creta, en diálogo con Página 12.
Alejado de los reclamos en las calles, Milei sostiene que “ganó la batalla de las universidades” porque “el 85% de la gente quiere auditarlas”. “Cuando arrancó el tema de las universidades, el 90 por ciento estaba a favor de ellas y el 10 por ciento a favor nuestro. Hoy estamos 50 a favor de las universidades y 40 a favor nuestro. La batalla la dimos y la ganamos, el 85 por ciento de la gente quiere auditarlas, que es lo que planteamos”, dijo el Presidente ayer en una entrevista en el canal de streaming Neura. Sin embargo, ese argumento ya fue rebatido por los propios rectores que nunca se opusieron a las auditorías y fueron controlados por la Sindicatura General de la Nación (como propone el Gobierno) durante 25 años hasta que se cambió la normativa en 2022. La semana pasada, el procurador del Tesoro de la Nación, Rodolfo Barra, emitió un dictamen para que la SIGEN retome las auditorías; una tarea que desde hace dos años había quedado a cargo de la Auditoría General de la Nación (AGN) por la decisión del exprocurador Carlos Zannini.
Paralelamente, los representantes de los rectorados, gremios y estudiantes buscan canales de diálogo con los diputados por el Presupuesto 2025. Reclaman el doble de lo que propuso el Poder Ejecutivo: necesitan 7.1 billones de pesos para gastos de funcionamiento y salarios, mientras que Milei ofrece 3.8. Con esos números las universidades no podrán funcionar el año próximo, ya lo anticipó el titular del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Víctor Moriñigo, en una entrevista con Página 12. “Empezar el año 2025 con el retraso salarial que ya tuvimos en el 2024 es imposible”, afirmó. Ayer, durante el asado con los gobernadores peronistas que lo ayudaron a blindar los vetos a la leyes de Movilidad Jubilatoria y de Financiamiento Universitario, Milei ratificó que vetará parcialmente el Presupuesto en caso de que sea modificado. “Es muy facil vetar para lo que hace falta y dejar lo que nadie le interesa: compramos aviones a Dinamarca que están en desuso e invertimos cientos de millones en inteligencia, pero no tenemos plata para que nuestra gente pueda estudiar y formarse”, comparó Merkis.