Martín Guzmán explicó que la iniciativa se enfoca en un conjunto de empresas con ganancias netas superiores a los 1.000 millones de pesos.
Ante la suba de la inflación, el Gobierno enviará al Congreso un proyecto de Ley para gravar la llamada “renta inesperada”, es decir, las ganancias extraordinarias producto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Una medida que afectará a grandes empresas y, según prometió el ministro de Economía, Martín Guzmán, se tratará sólo de un puñado de ellas.
La duda está en qué compañías se verán alcanzadas por el nuevo impuesto temporario. En los anuncios, el titular de la cartera económica explicó que la iniciativa plantea una alícuota sobre el componente de esa utilidad que se enfoca en un conjunto de empresas con ganancias netas imponibles altas superiores a los 1.000 millones de pesos.
En 2021 sólo el 3,2% de las empresas llegaron a ese nivel. Es por eso que desde el Gobierno calculan que se afectará a una fracción muy pequeña de todo el entramado del país, dejando por fuera al universo de las Pyme.
El crecimiento de un año al otro deberá ser significativo y además, se incluirá un parámetro para que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión productiva, la alícuota será menor.
Durante el anuncio, el titular del Palacio de Hacienda precisó que el criterio “se enfoca en un conjunto de empresas que tienen ganancias netas imponibles altas en términos absolutos” aunque señaló que eso de por sí “no es una condición única, sino una condición necesaria”.
¿Qué materias primas se beneficiaron con la guerra entre Rusia y Ucrania?
El conflicto bélico entre las dos naciones agroexportadoras hizo saltar las cotizaciones internacionales de commodities como los granos de trigo y maíz que alcanzaron máximos históricos en poco tiempo. Mientras que la oleaginosa ronda los 630 dólares por tonelada en la Bolsa de Chicago, el trigo se mantiene por encima de los 400 dólares por tonelada.
La soja, una de las exportaciones más importantes de la Argentina, también se benefició de la ola alcista y llegó a valer más de 600 dólares por tonelada. Con estos números, es probable que las empresas que exporten y produzcan estas materias primas se hayan visto beneficiadas por el fenómeno mundial.
Tras el anuncio, Guzmán convocó a empresarios y sindicatos para consensuar un camino que grave la “renta inesperada”, producto del impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania.