Una persona fue detenida en las inmediaciones del campo de golf donde estaba jugando el expresidente estadounidense, Donald Trump, mientras portaba un arma larga, un rifle AK47, y tenía la intención de atacar al candidato republicano. Trump fue inmediatamente trasladado a un lugar seguro cuando se escucharon los disparos. El FBI confirmó que el hecho está siendo investigado como un “intento de asesinato”. Según medios locales el detenido es un hombre de 58 años llamado Ryan Wesley Routh, aunque las autoridades no dieron detalles. Se trata de un nuevo capítulo en la accidentada campaña, a solo 50 días de unos comicios presidenciales que prometen un desenlace ajustado entre Trump y su rival demócrata, Kamala Harris.
“Nada me detendrá”
“Hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores empiecen a salirse de control, quiero que escuches esto primero: ¡ESTOY A SALVO Y BIEN!”, apuntó en un comunicado de prensa. El candidato republicano a la presidencia estadounidense, quien el pasado 13 de julio sufrió un intento de asesinato, agregó: “Nada me detendrá. ¡NUNCA ME RENDIRÉ!”. En un segundo mensaje Trump dijo que “su determinación es incluso más fuerte después de otro intento de asesinato”.
Según medios como CNN, el Servicio Secreto disparó contra el sospechoso y tras el incidente se recuperó un rifle AK47 con una mirilla con el que presumiblemente quería atacar al candidato republicano. Según informó en una rueda de prensa el sheriff Rick Bradshaw, la persona fue detenida gracias al aviso de un testigo y llevaba también dos mochilas y una cámara deportiva GoPro.
A la espera de una confirmación oficial de la identidad del detenido, la agencia Associated Press informó que Ryan Wesley Routh fue condenado en 2002 con una ametralladora ilegal con “capacidad de destrucción masiva”. En su cuenta de X, que lleva dos meses inactiva y que ya fue suspendida, criticó con frecuencia a políticos tanto republicanos como demócratas, incluyendo al presidente Joe Biden.
“Intento de asesinato”
El Servicio Secreto envió un comunicado en el que apuntó que está investigando lo sucedido en colaboración con la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach. En un comunicado el FBI dijo que está “investigando lo que parece ser un intento de asesinato”. La mirilla del arma del atacante, según el FBI, hubiera permitido al atacante disparar con facilidad contra Trump, quien se encontraba a un centenar de metros de distancia.
El atacante estaba entre unos 300 y 500 metros de distancia de Trump. El Servicio Secreto le disparó y salió corriendo de entre unos arbustos en los que se estaba escondiendo, hasta el vehículo en el que intentó escapar, una camioneta negra cuya matrícula logró fotografiar un testigo. Gracias a esto el individuo fue detenido unos minutos después en la ruta.
Consultados sobre cómo fue posible que ocurriera el incidente, los funcionarios policiales de Palm Beach respondieron en conferencia de prensa: “Cuando alguien se mete entre los arbustos, está prácticamente al aire libre, y en este momento él no es el presidente en funciones. Si lo fuera, tendríamos todo este campo de golf rodeado. Pero como no lo es, la seguridad se limita a las áreas que el Servicio Secreto considera posibles”.
En un comunicado la Casa Blanca informó que el presidente de EE.UU., Joe Biden, y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, fueron informados “sobre el incidente de seguridad en el campo de golf Trump International, donde el expresidente Trump estaba jugando. La propia Harris dijo que le tranquilizaba saber que se evitó una tragedia. “Me alegro de que esté a salvo. La violencia no tiene cabida en Estados Unidos”, declaró.
El 13 de julio Trump resultó herido en una oreja por un tirador durante un acto en Pensilvania, en el nordeste del país. Las imágenes del exmandatario con la sangre corriendo por su rostro y el puño en alto dieron la vuelta al mundo. El incidente provocó la renuncia de la jefa del Servicio Secreto y el retiro de la licencia oficial a al menos cinco agentes de esta unidad responsable de la protección de los más altos funcionarios del país.
“Odio a Taylor Swift”
Antes del incidente y después de que Taylor Swift dijera que va a votar a Kamala Harris en las próximas elecciones presidenciales, el candidato republicano afirmó que odia a la cantante estadounidense con más éxito del momento. Con un directo “¡ODIO A TAYLOR SWIFT!” con mayúsculas y exclamaciones, Trump se desahogó a través de su red social Truth Social contra la multipremiada artista, tal vez enojado ante el riesgo de perder miles de votantes.
Aunque la publicación no fue acompañada de comentarios ni explicaciones, el contexto era claro. El martes, pocos minutos después de un debate entre Trump y Harris, Taylor Swift lanzó a sus millones de fans en Instagram que votaría por Harris, a la que calificó como “talentosa” y de “estable y firme”. El respaldo de las celebridades rara vez tiene un peso decisivo en una elección, pero la enorme popularidad de Swift es vista como única en su clase, con cerca de 500 millones de seguidores en las redes sociales.
Swift posó con una foto de su gato Benjamin y firmó su publicación como “señora soltera con gatos”, una referencia al compañero de fórmula de Trump, el senador por Ohio J.D. Vance, quien criticó a Harris y a las mujeres sin hijos llamándolas de esa manera. Un día después 337.826 personas habían visitado el enlace de www.vote.org que Swift adjuntó en la publicación, según dijo un portavoz de la administración de Servicios del gobierno de EE.UU. al medio Hollywood Reporter.
De todas formas, ni el debate ni el apoyo que le dio Swift a Harris hicieron despegar a la vicepresidenta frente a Trump, según la última encuesta publicada este domingo por ABC News/Ipsos. Mientras que antes del debate Harris aventajaba a Trump en cuatro puntos según este sondeo, tras el debate que se celebró en Filadelfia el martes Harris le saca cinco puntos (51 por ciento frente al 46 por ciento). Según el trabajo de ABC News/Ipsos, el 58 por ciento de los estadounidenses dice que Harris ganó el debate, mientras que un 36 por ciento se inclina por Trump.
Crecen las amenazas contra haitianos
Después de que la semana pasada varias escuelas y edificios de Springfield, Ohio, tuvieran que cerrar por amenazas de bomba, luego de que Trump replicara una noticia falsa contra los haitianos durante el debate contra Harris, este fin de semana fue la universidad de la urbe la que anunció “precauciones extremas” por amenazas. La universidad de Wittenberg apuntó que el sábado recibió un correo electrónico que amenazaba con un posible tiroteo en el campus el domingo 15, un mensaje “dirigido a miembros haitianos” de la comunidad.
Ubicada en el sudoeste de Ohio y con unos 60 mil habitantes, Springfield vio en los últimos años la llegada de unos 10 mil haitianos que se asentaron allí en busca de trabajo. Estas amenazas se producen después de que varios republicanos, incluido el expresidente Donald Trump y su compañero de fórmula, el senador de Ohio J.D. Vance, hayan promovido afirmaciones racistas y falsas de que los inmigrantes haitianos están matando y comiendo mascotas. En un encuentro con medios esta semana, Trump aseguró que de ser elegido como presidente, su plan de llevar a cabo la “mayor deportación de la historia del país” empezará en Springfield con destino a Venezuela.