La candidata a vicepresidenta de Javier Milei, Victoria Villarruel, avisó que la idea de dólarizar la economía se hará en base a los ahorros de los argentinos. “Los argentinos ahorran en dólares y Argentina es el tercer poseedor de cantidad de dólares físicos”, expresó en el marco del debate de los vices, y agregó que “vamos a crear las condiciones de confiablidad para que los argentinos decidan utilizar sus dólares en nuestro país, puedan comprar, puedan invertir y hacer su proyecto de vida acá sin salir exiliados como está ocurriendo hasta ahora”.
Las polémicas declaraciones generaron un repudio generalizado de economistas, que le salieron al cruce. En un documento conjunto, consideraron que la idea es producto de la “fantasía” y la “ignorancia” y advirtieron que la iniciativa no podría concretarse de manera voluntaria sino por medio de “alguna ley de estilo coactivo”.
“Es un disparate renunciar a tener moneda propia”, sostuvo el director del Plan Fénix, Alberto Müller, quien recordó que “la apuesta a ‘restituir confianza’ (como postuló ayer Villarruel en el debate con Agustín Rossi) y que mágicamente se arregle todo, ya la hicimos con la Convertibilidad”.
La economista e investigadora del Conicet, Noemí Brenta, sostuvo que la propuesta de Villarruel contiene “mucha fantasía, mucha ignorancia”, ya que “para la dolarización, no es el público el que tiene que tener los dólares para iniciar el proceso, sino el Banco Central”.
“Me imagino que Villarruel supone que el público que tiene dólares los llevaría a los bancos, que blanquearía los dólares que no tiene declarados; está pensando en cambiar una conducta especulativa con un plan económico que de movida es neoliberal, igual a los que se ensayaron con la dictadura y especialmente con la convertibilidad, que fue una especie de pre-dolarización”, expresó Brenta.
Por su parte, el economista Ernesto Mattos, del Instituto de Estudios para el Desarrollo Productivo y la Innovación de la Universidad Nacional de José C. Paz, dijo a Télam que no veía probabilidades de que se concretase “salvo que los apuren (a los tenedores de dólares fuera del sistema) con alguna ley de estilo coactivo, que es la única manera por la cual podrían realizarlos”. Sin embargo, advirtió que “eso estaría en contra de sus ideales de libertad, una contradicción que muestra que la dolarización no va a ser posible”.”No hay nada novedoso, no nos dice cuáles serían las medidas por la que la gente voluntariamente exteriorizaría sus activos, o en todo caso propondría un blanqueo”, argumentó.