Tras una sesión maratónica, este miércoles la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto del Presupuesto 2023. La media sanción se logró con 180 votos a favor, 22 en contra y 49 abstenciones. Uno de los artículos más discutidos, el que proponía que todos los jueces paguen Ganancias, fue rechazado.
El proyecto de Presupuesto presentado por el Ejecutivo contempla un gasto total de casi 29 billones de pesos, un crecimiento de la economía del 2%, una inflación proyectada del 60%, un tipo de cambio de 218,90 pesos por dólar, y una reducción del déficit fiscal del 2,5 al 1,9 %.
La iniciativa se aprobó pasadas las 5.00, con el respaldo del Frente de Todos, Provincias Unidas, Interbloque Federal y los bloques de Evolución Radical, UCR y Encuentro Federal. Fue rechazada por la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda y los diputados liberales. El Pro se abstuvo.
Ganancias y retenciones
Desde el inicio del debate, la atención estuvo concentrada en los dos artículos que JxC se había propuesta voltear: el impuesto a la Ganancias para judiciales y la facultad del Ejecutivo para aumentar las retenciones.
Cerca de las 7.00 de este miércoles, la oposición logró imponer su visión y rechazó el artículo 100 del proyecto de Presupuesto 2023. Se trata del artículo impulsado por el oficialismo que buscaba establecer que jueces e integrantes del Poder Judicial pagaran el impuesto a las Ganancias.
La votación resultó con 134 votos negativos de los bloques opositores, contra 116 del oficialismo. Al voto abroquelado de Juntos por el cambio se sumaron los cuatro diputados del Frente de Izquierda, que aclararon que lo hacían porque no quería perjudicar a los trabajadores del Poder Judicial, tomando como premisa el principio de que “el salario no es ganancia”. Los legisladores “libertarios” se dividieron entre el voto en contra y la ausencia.
Tampoco acompañaron el proyecto para cobrarle Ganancias a los jueces los diputados del FdT de extracción gremial, entre ellos Vanesa Siley, secretaria del gremio judicial del Sitraju, quien afirmó que “no hay que considerar nunca más que el salario es ganancia”.
Un rato antes, el bloque del Frente de Todos había levantado el artículo 95 del proyecto de Presupuesto. Se retiró ante la fuerte resistencia de la oposición, que desde el principio se negó a la delegación de facultades del Gobierno para modificar las retenciones agropecuarias.
Ajuste, Ganancias, inflación: los 100 discursos
Si bien se había especulado con la posibilidad de dividir la sesión en dos jornadas para evitar votaciones de madrugada, se terminó resolviendo hacerlo todo en una sesión, que contó con un centenar de oradores.
“No es cierto que sea un Presupuesto de ajuste. Está orientado en cinco pilares: la inversión en infraestructura, robustecer el sistema de Salud, Educación, Ciencia, e inclusión social con perspectiva de género. No es un Presupuesto de ajuste”, repitió Carlos Heller al iniciar la ronda de discursos. Y se anticipó
a los cuestionamientos respecto al recorte del gasto – fundamentado por la meta de déficit fiscal de 1,9 por ciento del PBI que se cerró en el acuerdo con el FMI – e hizo hincapié en los aumentos de partidas sociales que se habían incorporado. Este fue el caso de asignaciones familiares, becas educativas, comedores, el Fondo Nacional de Incentivo Docente: todas políticas que en el texto original diseñado por Massa quedaban por debajo de la inflación proyectada y que hubo que modificar a pedido de La Cámpora y las organizaciones sociales.
“Nuestro objetivo era que el ahorro fiscal no recaiga en ninguna política pública que garantiza derechos fundamentales“, señaló Itai Hagman, diputado de Patria Grande que formó parte de las negociaciones por las aumentos en algunas partidas que le permitieron al titular del bloque oficialista, German Martínez, unificar la postura del bloque.
La única disonancia interna provino de la mano de Vanesa Siley y el debate en torno a que les judiciales paguen Ganancias. “En este momento, que nunca antes había sucedido, en el que hay trabajadores registrados que son pobres, la redistribución de la riqueza tiene que ser cuando le sacamos al capital para equiparar el reparto del ingreso. El salario no es ganancia. Los jueces se ríen solitos, pero nosotros no podemos fallarles a los nuestros”, sostuvo la secretaria general de Sitraju.
JxC se dividió entre las críticas a las metas del Presupuesto – fundamentalmente a la proyección del 60 por ciento de inflación -, los discursos de campaña y las críticas a los artículos que estaban en el ojo de la tormenta. “Estamos ante un fin de ciclo. En el marco de una crisis solo comparable con la de 2001, recibimos el primer presupuesto kirchnerista que ejecuta un recorte en el gasto público. Es una derrota ideológica para el oficialismo”, chicaneó Luciano Laspina, halcón del PRO que se valió de varios elogios envenenados al Presupuesto (aunque le recriminó que no hubiera suficiente ajuste). “Aprovechemos para construir una mayoría que nos saque de la pesadilla fiscal que nos puso el kirchnerismo. Somos todos el cambio o no somos nada”, cerró, parafraseando las palabras de Macri en el acto de presentación de su libro.
“No vamos a obstruir porque son más peligrosos sin Presupuesto. Sin Presupuesto tienen más discreción, sin Presupuesto tienen la posibilidad de victimización”, sostuvo, mientras tanto, Lisandro Nieri (UCR).
En los extremos, mientras tanto, los libertarios y la izquierda coincidieron en rechazar el Presupuesto, aunque por motivos distintos. “Tenemos un Presupuesto que es una estafa para la población. El ajuste es para sostener un negociado antinacional y antipopular de la deuda que no se termina de resolver”, sostuvo Romina Del Pla.
Javier Milei – que no participó de ninguna de las reuniones de comisión – armó su show usual y cerró el discurso a los gritos: “Por todas las inconsistencias, los problemas morales y la montaña de aberraciones que dicen, nosotros vamos a rechazar este mamarracho nefasto”.