El futbolista Angel Di María, quien recientemente se despidió de la Selección Argentina tras consagrarse bicampeón de la Copa América, se inscribió para hacer el curso de entrenador en la escuela de la Asociación de Técnicos de Fútbol Argentino (ATFA) de la ciudad de Rosario, de cara a su futuro cuando decida dejar de jugar profesionalmente.
La noticia encendió la chispa de la ilusión en Rosario Central, que sigue soñando con su vuelta a Arroyito. Aunque lo cierto es que Di María hará el curso de manera virtual por autorización de la Conmebol.
Según expresó Enrique Borrelli, director de la escuela ATFA Rosario, Fideo lo hará lejos de la ciudad, es decir de forma virtual y aunque se requiera un encuentro presencial: “El debería presentarse, pero no puede porque seguramente estará jugando el exterior. Por eso le mandamos una serie de trabajos para que los entregue y sean corregidos por cada profesor en su materia”.
Borrelli remarcó en Cadena 3, para no dejar dudas: “Angel pagó su inscripción y la primera cuota. Va a comenzar sus estudios, eso está confirmado. Lo hará desde el exterior, según lo que me dijo la profesora Estela Picerni”.
En este punto, según informó La Capital, desde la dirigencia de ATFA Rosario se mostraron sumamente entusiasmados y orgullosos de que Di María haya elegido a la institución para continuar su nexo con el fútbol desde otro ángulo y así lo reflejó la propia Picerni, profesora y coordinadora general de la institución.
“Con enorme orgullo damos la bienvenida a nuestra Escuela al gran Angelito Di María, que desea capacitarse con los mejores para ser un futuro DT argentino!!! Ya es un alumno oficialmente matriculado… GRACIAS POR ELEGIRNOS!!!!”, expresó en su cuenta de Facebook junto a una foto del futbolista.
Por otra parte, con el porvenir en sus manos tras finalizar el 30 de junio su contrato con Benfica, finalmente Di María se inclinó por continuar durante una temporada más en Benfica, tal como le comunicó a su presidente Rui Costa. A sus 36 años, el habilidoso extremo dejará así pasar otra ocasión de regresar desde el Viejo Continente a Central, un sueño que él mismo se encargó de fogonear, pero también de desalentar cada vez que enfrentó a la prensa.
Es que la violencia creciente en Rosario, caldo de cultivo de mafias de narcotraficantes y además terreno de una extrema rivalidad entre el equipo auriazul y Newell’s, llegó incluso a salpicarlo con amenazas.