El tribunal de juicio de Bariloche condenó a Diego Ravasio y a Martín Feilberg por el homicidio de Elías Garay y el intento de asesinato de Gonzalo Cabrera, hechos ocurriedos el 21 de noviembre de 2021, cuando sendos empresarios sentenciados ingresaron al predio donde la comunidad mapuche Quemquemtrew había realizado una recuperación territorial. Garay murió en el lugar al recibir un balazo en el pecho y Cabrera sobrevivió luego de varias intervenciones quirúrgicas. Los jueces encontraron a ambos responsables del crimen, pero diferenciaron que la responsabilidad de Feilberg fue culposa y no dolosa como la de Ravasio, que fue quien efectuó los disparos. A pesar de haber dado por probados los hechos descriptos por la fiscalía y la querella, el tribunal determinó que no hubo un plan para matar a los jóvenes mapuches. Los fiscales Francisco Arrien y Cendón, junto a los querellantes Andrea Reile y Ezequiel Palavecino en representación de la familia Cabrera, solicitaron 12 años de pena, pero el monto de la misma será determinado en una próxima audiencia de cesura.
“Lo importante es que hubo condena de los dos homicidas, la sentencia es que son penalmente responsables por el hecho del que fueron acusados, las minorías siempre tenemos que pelear más y probar lo obvio, y en este caso se logró”, dijo a Página12 el abogado Palavecino, quien además coordina la sede de Acceso a la Justicia en Bariloche e integra la APDH de Río Negro. Sobre la diferencia hecha con Feilberg, el letrado dijo que es “contradictoria” con los propios argumentos del fallo. En tanto, el coordinador del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro, Orlando Carriqueo, manifestó que “claramente hubo un acuerdo porque el ingreso de los sicarios fue autorizado por la ministra de Seguridad provincial, y un dron de la policía sobrevoló la comunidad momentos antes del asesinato, hubo un plan para matar que involucra el financiamiento de otros actores ligados a la derecha y al PRO”.
En una audiencia remota de la que participó Página12, los jueces Bernardo Campana, Gregor Joos y Marcos Burgos, dieron a conocer los fundamentos de su decisión. Dijeron que Ravasio pasó el retén policial –que mantenía sitiada a la Lof Quemquemtrew en Cuesta del Ternero, en el camino entre Bariloche y El Bolsón– en dirección al conflicto en el vehículo que luego sería secuestrado. Y lo condenaron por homicidio y homicidio en tentativa, agravado por uso de arma de fuego. Según explicó por Zoom el juez Campana, está probada la relación de Ravasio con el empresario Rocco, quien tiene un permiso de explotación forestal del territorio en conflicto. “Están probados los hechos, los disparos de este imputado, y el lugar del bosque donde ocurrió. Tres veces disparó, mató a Garay e intentó matar a Cabrera. La acusación probó los hechos, más allá de toda duda razonable”, expresó el magistrado.
“Entraron al predio donde vivía la comunidad, e intentaron escapar cuando fueron descubiertos. Garay murió inmediatamente luego del disparo en el lugar. Cabrera fue operado, y sin esa intervención hubiera muerto. Los testigos presenciales identificaron a los agresores. Su accionar fue doloso, disparó desde cerca a los centros vitales de los damnificados. Los testigos presenciales son veraces”, dijo Campana en alusión a los testigos Alejandro Morales, Nadia Silvera y el propio sobreviviente Cabrera.
A pesar de haber dictado un fallo condenatorio, el tribunal consideró que “no fue probado un plan criminal para matar a los integrantes de la comunidad, porque de haber sido así las víctimas hubieran sido más”. Para los jueces, “en el momento del encuentro los acusados tienen actitudes diferentes, Feilberg intenta dialogar. Pero Ravasio apuntó a los interlocutores, y Cabrera fue hacia él disparó tres veces”.
Entre los fundamentos, Campana leyó: “Ingresaron sin permiso y armados, con un interés económico evidente. Al ser descubiertos dijeron ser cazadores. Ambos son contratistas de Rocco y sabían que a ese sector no podían ingresar”. Respecto de Feilberg dijo que “no podía desconocer que se trataba de un territorio ocupado. El conflicto seguía, no podía desconocer que la comunidad estaba ahí. Ravasio no habría entrado al predio sin él. Tampoco habría entrado armado sin su permiso. Tuvo conducta previa temeraria, por lo tanto es autor culposo de este resultado. Sin el aporte de Feilberg los hechos no habrían ocurrido. Su obrar fue imprudente y temerario, como responsable de Simón SRL. ingresó al predio a pesar de que el conflicto seguía en pie. Debió haber previsto el desenlace”.
En el paraje Cuesta del Ternero, a 30 kilómetros de El Bolsón, la comunidad mapuche Quemquemtrew había realizado en septiembre de 2021 su recuperación territorial, y venía soportando un cerco policial que apostaba al desgaste de sus integrantes. El domingo 21 de noviembre, Feilberg y Ravasio, con una carabina calibre 22, lograron atravesar los dos retenes policiales ubicados sobre la Ruta 6 y dispararon al encontrarse con un grupo de jóvenes mapuches. Elías Garay recibió dos disparos y Gonzalo Cabrera (foto) recibió tres tiros en el abdomen, estuvo internado muy grave y sobrevivió. Garay murió allí mismo. Tras el ataque, los dos imputados huyeron del predio en un Fiat Duna. El registro de “un dron de la policía” permitió identificarlo. Cuatro días después, la Policía detuvo a Ravasio en un domicilio de Esquel, de donde es oriundo. En cambio, Feilberg se presentó horas después en una comisaría de Comodoro Rivadavia.
La querella se prepara ahora para la siguiente parte del juicio, porque rige en la provincia la denominada cesura del proceso: la división del debate en dos partes, una dedicada al análisis de la existencia del hecho y el discernimiento de la culpabilidad y la otra a la determinación de la pena. “Vamos a aportar más elementos con la comunidad para intentar el máximo de la pena”, explicó Palavecino. Y aunque calificó como positivo el fallo condenatorio, se mostró sorprendido por la diferencia que hizo el tribunal respecto de Feilberg. “Les molestó el enfático alegato de Andrea (Reile), que dijo que Feilberg levantó su brazo para dejarle el tiro limpio a Ravasio, no para mediar ni nada similar”, dijo. Y agregó: “Con los mismos testimonios hacen otra interpretación diferente de Feilberg, nosotros dijimos que los dos fueron con intención de matar, que lo planearon, él necesitaba ir a matar a los mapuches con su actividad económica, pero ellos hacen una interpretación enmarañada, porque a su entender debió pensar lo que iba a ocurrir porque él mismo había sido denunciante contra la comunidad, y entró sin permiso con alguien armado, nos parece que en ese punto el fallo es contradictorio”.