Los primeros minutos eran para agarrarse la cabeza y arrancarse los pelos. El arranque de San Lorenzo en el debut de la Copa Sudamericana en Venezuela fue oscuro, como la vestimenta ya marca registrada de Ruben Darío Insua. Sin embargo, ya en desventaja numérica, consiguió emparejarse con Estudiantes de Mérida hasta llegar a superarlo.
En los primeros minutos padeció a un rival que se movía rápido y directo con Jesús Gómez como estandarte. Para colmo, en un puñado de minutos, el Ciclón sufrió la expulsión de Carlos Sánchez (la segunda amarilla pareció exagerada) y la lesión de Agustín Martegani, quien jugó apenas 10’ y fue reemplazado por Nahuel Barrios. El local, a los 17’, sufrió también una baja cuando tuvo que salir, también una dolencia, Juan Medina.
¿Cómo revirtió un partido que le parecía cuesta arriba? El equipo del Gallego empezó a pelear cada pelota como si fuera la última, Jalil Elías le agarró la mano a Gómez y ya no le permitió tanta libertad para manejar la pelota y Leguizamón cuando pasó a la derecha empezó a lastimar con su velocidad. Y, por si faltaba algo más, apareció Federico Gattoni para sacar un tremendo remate, desde cerca de 30 metros, para clavarla en el ángulo superior derecho de Velásquez y permitir que Boedo se vaya arriba al descanso.
En el complemento, San Lorenzo trató de controlar un poco el partido y bajarle la intensidad. Claro, Insua salió a jugar con nueve de los 11 que el sábado habían igualado con Independiente y el cansancio de jugar con uno menos empezaba a pesar. Además, los cambios de Ali Cañas le funcionaron: Peña y Canelón obligaron e hicieron crecer en el juego a Zorrilla, por lo que el conjunto azulgrana sufrió un poco más que en la primera mitad.
Sin embargo, el Perrito Barrios, que entró muy bien, seguía intratable. Cada vez que la pelota pasaba por él, Boedo se electrificaba y generaba peligro. Leguizamón siguió siendo un buen socio, Braida se animó a pasar más de una vez y hasta sacó un violento disparo que pasó cerca y Vombergar peleó todas pese a que no le quedó ninguna clara dentro del área.
El Rojiblanco venezolano intentó armar un partido de ida y vuelta, con el objetivo de aprovechar el hombre de más. Por momentos el Ciclón cayó en su trampa, pero ni siquiera ahí le salió mal: es que hasta Gastón Hernández se animó a entrar al área rival con pelota dominada y sacar un remate que obligó al arquero.
Insua enseguida tomó nota de esa situación y decidió meter mano: sacó a Leguizamón y Vombergar que estaban fundidos y apostó por la experiencia de Cerutti y potenció la defensa con Campi, quien se paró de cinco.
El Ciclón se volvió con un triunfazo de Venezuela, más por cómo se dio el partido. En ningún momento se notó que jugó más de 84 minutos con uno menos, mostró puntos muy altos, sacó a relucir enjundia de equipo copero, Gattoni hizo un golazo como para seguir recomponiendo su vínculo con los hinchas y el Ciclón arrancó la Sudamericana con el pie derecho, como para que la ilusión que siempre aporta el Gallego en los hinchas siga intacta.
LO QUE SE LE VIENE A SAN LORENZO
El Ciclón jugará el próximo sábado ante Atlético Tucumán en condición de visitante.