El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió este martes en la ciudad amazónica de Belém a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en el arranque de una esperada visita de tres días que tiene el objetivo de revitalizar y fortalecer las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
Con un significado simbólico, Lula y Macron se encontraron por la tarde en esa ciudad del norte de Brasil, que en 2025 acogerá la trigésima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30). Acto seguido, ambos mandatarios se subieron junto al gobernador Helder Barbalho a una embarcación que los llevó hasta la cercana isla de Combu para visitar una microempresa de producción de cacao, un ejemplo de bioeconomía, según la presidencia francesa.
El encuentro se produjo horas después de que Lula firmara las actas del Programa Nacional de Movilidad e Innovación Verde (Mover). Este proporciona créditos financieros para quienes invierten en investigación, desarrollo y producción tecnológica para descarbonizar la flota de automóviles, autobuses y camiones. “Es uno de los mayores programas de descarbonización de la historia, con una inversión de R$ 19 mil millones hasta 2028”, afirmó el presidente en sus redes sociales.
Distinción a un cacique
Entre sus primeras actividades en tierras brasileñas, Macron concedió al líder indígena de la etnia Kayapó, el cacique Raoni Metuktire, la “Orden Nacional de la Legión de Honor” en reconocimiento a su incansable lucha por la conservación de la Amazonía, informó la Agência Brasil. Esta distinción representa la más alta condecoración conferida por Francia tanto a sus propios ciudadanos como a individuos extranjeros que destacan por sus contribuciones a nivel mundial.
Metuktire, de 92 años, dedicó su vida a la protección del pulmón verde del mundo y los pueblos de la selva, ganándose un gran reconocimiento internacional. Originario de la aldea de Kraimopry-yaka, donde nació, el cacique viajó por todo el mundo denunciando las amenazas que pesan sobre los pueblos indígenas y promoviendo la paz, al tiempo que estableció relaciones con diversas figuras prominentes, incluyendo al Papa Francisco y al Rey británico Carlos III.
Lula Da Silva también ha hecho de la lucha contra la deforestación en la Amazonía brasileña una prioridad, al punto que esta disminuyó hasta la mitad en 2023 respecto al año anterior. El mayor bosque tropical del mundo desempeña un papel clave en la lucha contra el cambio climático, al absorber emisiones de dióxido de carbono.
Una nueva página
La reciente visita de Macron representa el primer viaje oficial de un presidente francés en once años al gigante sudamericano. Aunque Lula estuvo en París en junio pasado, las autoridades brasileñas habían esperado que Macron fuera uno de los primeros jefes de Estado en visitar al líder progresista el año pasado, cuando volvió al poder.
El encuentro entre ambos dirigentes asienta un nuevo comienzo en las relaciones entre ambos países, tras los años difíciles de la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro. En plena crisis por los incendios en Amazonía en 2019, Bolsonaro y sus ministros se mostraron irrespetuosos e incluso insultantes con Macron y su esposa, lo que envenenó una relación ya tensa.
Francia, séptima economía mundial, y Brasil, novena, se consideran actores clave en una escena internacional marcada por la rivalidad entre China y Estados Unidos. París ve a Brasilia como un puente con los “grandes emergentes”, cuya voz los brasileños tratan de hacer oír cada vez más por medio de su actual presidencia del G20 de las economías avanzadas y el grupo BRICS+.
Desacuerdos: Mercosur y Ucrania
En materia de defensa, Francia y Brasil cooperan en la fabricación de cuatro submarinos de propulsión clásica y el tercero de ellos, llamado “Tonelero”, será inaugurado este miércoles por ambos mandatarios en la base naval de Itaguaí, cerca de Rio de Janeiro. El acuerdo, encargado a Naval Group, también prevé la construcción de un quinto submarino de propulsión nuclear para Brasil, pero hasta ahora sin transferencia de tecnología francesa respecto al reactor.
Desde Río de Janeiro, Macron se dirigirá a São Paulo, donde el mismo día participará en un evento que reunirá a unos 200 empresarios de ambos países, y luego seguirá hacia Brasilia, donde será recibido por Lula con honores de Estado el jueves. Esa será la última escala del francés en Brasil y está previsto que, durante ese encuentro en la capital, discuta con su par brasileño asuntos políticos de la agenda regional y global.
Algunos de esos asuntos son más complejos, empezando por el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, estancado por enésima vez debido a la oposición de Francia. Ambas presidencias aseguraron que el objetivo de la visita no es hablar sobre este acuerdo que lleva más de dos décadas sobre la mesa. Macron también insistirá durante su estadía que el conflicto bélico en Ucrania sea discutido este año en el seno del G20, informó la agencia de noticias AFP. Sobre este tema, Lula ha defendido en reiteradas ocasiones que se aplique una política de no aislamiento a Rusia, país que ha recibido sanciones por parte de las naciones occidentales en estos dos años de guerra.