Como hace una década, otra vez el Timao se impuso 2-0 y desata dudas: de la final de 2012 que pausó el ciclo Riquelme, a una caída por la tercera fecha; ahora, los xeneizes no tienen espacio para fallar.
adie pudo sumar de visitante en cinco partidos del Grupo E de la Copa Libertadores y para Boca no fue la excepción. La visita a Corinthians no quebró la racha. El Timao sacó la ventaja en el primer ataque profundo, con el que descubrió a los xeneizes ofreciendo espacios para que el rival diseñe a su antojo la jugada, y dio la estocada en el segundo tiempo, cuando Boca se debatía entre la ilusión y la anemia ofensiva. Fagner lanzó el centro sin marca, porque Salvio quedó lejos de la acción y el colombiano Fabra no llegó a bloquear; Maycon, de cabeza, hizo el resto ante la pasividad del peruano Advíncula. El 1-0, a los 5 minutos, marcó el pulso para el resto del encuentro.
Agresivo para recuperar la pelota y punzante para lastimar por la derecha con el triángulo que conformaron Fagner, Renato Augusto y Adson, la presencia de Willian, una estrella de recorrido por la Premier League -Chelsea y Arsenal-, por el sector opuesto, era una llave a la que Corinthians recurrió con intermitencia. Boca no hizo pie en un campo rápido y resbaladizo, ni ante un rival que ocupaba mejor los espacios. Con Ramírez y Romero retrasados, Vázquez quedó aislado y sin apoyo cuando pretendió rebotar los largos pelotazos. Salvio dibujó una acción personal y Vázquez – Benedetto ingresó en el segundo tiempo, fue amonestado y se perderá el cotejo con Always Ready, en Bolivia- no logró empujar la asistencia de Medina.