Bigand resiste el intento de una fundación que quiere cercar el cementerio

La comunidad bigandense visibilizó este jueves un fuerte espíritu de unidad y se puso en pie de lucha para resistir la decisión de la Fundación Honorio Bigand, que administra las tierras que pertenecieron al fundador del pueblo, de avanzar sobre terrenos linderos al cementerio local.

Autoridades locales, representantes de instituciones, así como de fuerzas políticas de diferentes sectores y vecinos protagonizaron una asamblea en inmediaciones de la necrópolis para alzar la voz contra lo que consideran “un atropello al pueblo”.

Y en ese marco resolvieron llevar adelante la semana próxima una reunión para consensuar un petitorio que será elevado a las autoridades provinciales y nacionales con el objetivo de sumar apoyo y fortalecer la movida. Y al mismo tiempo reclamar la intervención de la fundación, con sede en Buenos Aires, para que sea “investigada sobre el manejo de los recursos que obtiene con el producido de las tierras”.

Mientras tanto, el gobierno local mantendrá el acampe y las maquinarias que apostó a principio de esta semana en la zona del conflicto para impedir que una empresa contratada por la cuestionada fundación cerque el arbolado predio que los vecinos utilizan para estacionar sus vehículos cuando van al cementerio.

Es muy angustiaste lo que estamos viviendo con esta situación generada por la Fundación Honorio Bigand que el único objetivo que persigue es generar un daño a la comunidad al intentar cercar un espacio que impediría la ampliación del cementerio y dentro de unos años no habrá lugar para inhumar a nuestros difuntos”, dijo el jefe comunal Alejandro Ruggeri.

Y en esa misma línea resaltó: “Esto no lo podemos permitir porque no es un problema de la comuna sino de todo el pueblo al igual que otros litigios que tenemos con la fundación y que afectan el progreso de la localidad, ya que impiden el avance de obras proyectadas”.

Asimismo, criticó la falta de diálogo de representantes de la entidad que “se manejan con soberbia desde su lugar de poder, pero esto llegó a un límite y aunque sigan comprando voluntades para dividir al pueblo, seguramente no podrán doblegar la pelea que vamos a dar para terminar de una vez por todas con este ninguneo permanente”, disparó.

Los contrapuntos con la fundación no son nuevos. Se remontan a la histórica puja que se dio años atrás en torno al legado que dejó al morir a su albacea testamentario la hija y última hereda del fundador del pueblo, María Mercedes Octavia Bigand.

Si bien la mujer manifestó su voluntad de crear una fundación que administre el producido de las tierras y destine una parte para ayudar a instituciones del pueblo como la iglesia, la escuela primaria, el Samco y el geriátrico, también dispuso como mandato no afectar la situación de los colonos allí establecidos, algo que aún sigue siendo motivo de discordia.

Y el ejemplo más resonante es el de la familia Marinucci que desde hace tiempo viene peleando en al ámbito judicial para no ser desalojada del campo y poder realizar sus labores, algo que ya no hacen al menos una decena de colonos que debido a los “excesivos” requisitos para renovar sus contratos de aparecería terminaron en la calle. Sí siguen trabajando las tierras, los agricultores que aceptaron las nuevas condiciones.

La verdad que esta situación no me sorprende en absoluto, ya que la fundación lo primero que hizo cuando comenzó a funcionar fue enviar cartas documento para desalojar los campos y se quedaron con 800 hectáreas a un precio vil”, dijo el subsecretario de Municipios del gobierno santafesino y ex jefe comunal de Bigand, Patricio Erceg.

Lo que quieren hacer ahora en la zona del cementerio -añadió- revela la falta de escrúpulos que tienen las personas que manejan la fundación y solo buscan perjudicar a la comunidad”. Y en ese contexto sostuvo que “la única posibilidad que tenemos de enfrentarlos es la unidad, que si bien con el correr del tiempo se fue resquebrajando, hoy es un nuevo punto de partida para recomponerla y fortalecerla”.

Varios de los asambleístas también expusieron su opinión y no quedaron dudas de “dar pelea” para ponerle freno a la “embestida” de la fundación a través de prácticas que consideran “indebidas”.

De la actividad también participaron legisladores y legisladoras provinciales, quienes “se comprometieron a trabajar por la causa que tiene como consigna Bigand libre”, resaltó Ruggeri.