El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, retiró ayer a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo. Lo hizo a seis días de ser relevado por Donald Trump, quien en su primer mandato colocó a la isla en ese listado, con lo cual es posible que revierta la medida.
Biden tomó esta decisión para propiciar la liberación próximamente de varios presos cubanos como parte de un proceso que cuenta con la mediación del Vaticano. El mandatario saliente suspendió también la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos la expropiación de sus propiedades en Cuba y levantó algunas sanciones financieras.
Como resultado de estas acciones, la Casa Blanca anticipó que “en relativamente poco tiempo” se producirá la liberación de un número “significativo” de presos en la isla, incluidas personas que participaron en las protestas del 11 de julio de 2021.
El propio gobierno cubano anunció la liberación de 553 personas sancionadas por delitos diversos, tras la intermediación vaticana. “El Gobierno de Cuba se ha mantenido en comunicación con el papa Francisco y con sus representantes y, como en el pasado, ha informado a Su Santidad sobre procesos de revisión y excarcelación de personas privadas de libertad, práctica que es común en nuestro sistema de justicia”, señaló la Cancillería en un comunicado y añadió que a medida se aplicará gradualmente.
Asimismo, La Habana calificó de correcta la decisión de Washington, pero que aun así es limitada porque el bloqueo económico contra el país permanece. “A pesar de su carácter limitado, se trata de una decisión en la dirección correcta y en línea con el sostenido y firme reclamo del gobierno y el pueblo de Cuba, y con el llamado amplio, enfático y reiterado de numerosos gobiernos, en especial de América Latina y el Caribe, de cubanos residentes en el exterior, de organizaciones políticas, religiosas y sociales, y de numerosas figuras políticas de Estados Unidos y de otros países”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de Bruno Rodríguez.
Para la cartera, la decisión anunciada por Estados Unidos corrige, de modo muy restringido, aspectos de una “política cruel e injusta”. “Es una corrección que ocurre ahora, a punto de producirse un cambio de gobierno, cuando debió haberse materializado hace años”, aseguró.
“Es importante señalar que permanecen vigentes el bloqueo económico y buena parte de las decenas de medidas coercitivas que se pusieron en vigor desde 2017 para reforzarlo, con pleno efecto extraterritorial y en violación del Derecho Internacional y de los derechos humanos de todos los cubanos”, remarcó. “La guerra económica permanece y persiste en plantear el obstáculo fundamental al desarrollo y la recuperación de la economía cubana con un alto costo humano para la población, y continúa siendo un estímulo a la emigración”, añadió. Brasil celebró este martes el retiro de Cuba de la lista estadounidense de países patrocinantes del terrorismo, resaltando que la decisión de Washington constituye “un acto de reparación y restablecimiento de la justicia”.
“El gobierno brasileño recibió con gran satisfacción la decisión del gobierno de Estados Unidos de revocar su designación unilateral de Cuba como patrocinador del terrorismo”, señaló en una nota la cancillería.
“Aunque muy parciales y limitadas, las medidas de alivio adoptadas por Estados Unidos van en el sentido correcto y constituyen un acto de reparación y de restablecimiento de la justicia y del derecho internacional”, añadió.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva ha instado durante años a Estados Unidos a suavizar su política de sanciones frente a Cuba.
La cancillería dijo en la nota que Brasil ha denunciado la “injusta e injustificada” inclusión de la isla en la lista de promotores de terrorismo “cuando es de amplio conocimiento que Cuba colabora activamente para la promoción de la paz, el diálogo y la integración regional”. Y expresó deseos de que las nuevas medidas apunten a un “modelo de relación constructiva entre Cuba y Estados Unidos”.
Por su parte el presidente de Colombia, Gustavo Petro, felicitó a Biden, por retirar a Cuba de la lista, lo consideró que consideró “un gran avance”. “EE.UU. tiene dos maneras de relacionarse con América Latina, o dialogando con la diversidad o imponiendo con la fuerza. Felicito a Biden que buscó siempre el diálogo con la diversidad latinoamericana. Levantar bloqueos así sea parcialmente es un gran avance,” apuntó Petro en un mensaje en su cuenta de X.
Además, la cancillería colombiana emitió un comunicado apoyando la decisión delgobierno de Biden. “Colombia reitera su agradecimiento al pueblo cubano por los esfuerzos y apoyo irrestricto en los procesos de negociación y diálogo necesarios para lograr la paz en nuestro país,” dice el texto. Por ello, junto con otros países aliados de la región, apoyamos las gestiones y solicitudes para que la hermana República de Cuba fuese excluida de este listado.
Durante más de seis décadas, Washington ha impuesto a Cuba un embargo comercial que Trump endureció durante su primer mandato (2017-2021) al volver a incluir a la isla en su lista negra de patrocinadores del terrorismo, una medida que obstaculiza las transacciones y las inversiones porque las empresas se exponen a sanciones estadounidenses.
La inclusión de Cuba en el listado en enero de 2021 fue una de las últimas decisiones que tomó el republicano Donald Trump antes de dejar el poder en su primer mandato. Estados Unidos justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia.
Esa designación implica la prohibición de venta de armas con ese país, un mayor control a sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y diversas sanciones económicas.
Cuba había formado parte de la lista desde 1982 pero salió en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump, que durante su mandato redobló las sanciones sobre La Habana y frenó el “deshielo”.
La administración saliente de Biden ha hecho algunos gestos hacia la isla, como la eliminación del límite de remesas para Cuba, pero había mantenido hasta ahora al país caribeño en ese listado.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, exigió en reiteradas ocasiones a Washington que sacara a su país de la lista, cuya inclusión considera injustificada y tiene serias implicaciones económicas para la isla.
Con todo, Trump ha nominado como secretario de Estado a Marco Rubio, senador de origen cubano y partidario de la línea dura contra La Habana.