Balas de goma y gases: tensión por un conflicto entre municipales y el intendente en Las Rosas

Una verdadera batalla campal se desató este lunes en el marco del conflicto que se registra entre los trabajadores municipales de Las Rosas y el Ejecutivo local, comandado por el intendente Javier Meyer. Un centenar de efectivos policiales de Guardia de Infantería de la Unidad Regional II de Rosario arribó a la ciudad cabecera del departamento Belgrano con el propósito de desalojar la maestranza, que estaba ocupada por los municipales en huelga. Una vez en el lugar, llevaron adelante un operativo de desalojo utilizando gases y balas de goma.

El conflicto no es nuevo. Se desató hace 23 días a raíz de una diferencia en la liquidación de los sueldos y fue subiendo de tono. Hubo fuertes acusaciones cruzadas entre Meyer y los delegados gremiales y se llegó a tener una administración municipal con la maestranza bloqueada.

Luego de numerosas reuniones entre las partes en el municipio y en la sede del Ministerio de Trabajo no se llegó a ningún acuerdo y el arribo de las fuerzas policiales elevó el conflicto a un nivel de tensión máxima con situaciones de violencia entre policías y empleados. El intendente salió a justificar su posición ante los ciudadanos a través de los medios nacionales. Durante el atardecer de este lunes se llevó adelante una marcha ciudadana en apoyo al ejecutivo local y para pedir que los municipales desistan de bloquear la maestranza en donde se estacionan vehículos y maquinarias para prestar los servicios.

La situación recuerda a la vivida a principios de 2016, cuando a poco de asumir el intendente Meyer hizo un recorte de adicionales que provocó un conflicto que se extendió por más de tres meses, tiempo durante el cual la ciudad estuvo literalmente paralizada. En aquel entonces, los municipales instalaron una carpa frente al municipio, hubo cortes de ruta, presencia de Gendarmería, denuncias judiciales, incidentes varios y un gobierno local que estuvo a minutos de ser intervenido por la provincia.

Finalmente, la disputa se zanjó, pero dejó muchas heridas sin cicatrizar y juicios contra el municipio, algunos de los cuales debieron ser pagados con cifras millonarias.

Lo que dice el intendente

De acuerdo al testimonio del intendente, todo se originó cuando, por error, los aumentos de la paritaria de 2022, en vez de aplicarse sobre el básico de enero, fueron ejecutados de forma acumulativa y con un 5% adicional sin que existiera ningún tipo de acto administrativo del Ejecutivo que lo autorizara. “Cuando descubro esa diferencia en mi propio recibo de sueldo ordeno una auditoría que verificó el error y corregimos la base salarial de lo que hubiese sido la paritaria de 2022”, describió Meyer.

“El excedente que generó la mala liquidación, para que el trabajador no tuviera un efecto inmediato en la billetera, se tomó como un bono no remunerativo por fuera del básico para que el error se fuera disolviendo y evitar que se transforme en una bola de nieve imposible de pagar”, agregó. El mandatario ejemplificó la situación diciendo que “la paritaria era del 102% para cerrar el 2022 y por este error cerró en un 185%, lo que es una diferencia astronómica”.

Por ello cuestionó las medidas de fuerza porque “no son por no percibir el salario, sino que los trabajadores cobran en tiempo y forma como nunca lo hicieron. Es un paro de empleados que tienen la billetera llena porque cobraron a fin de mes y en muchos casos cifras enormes. El trabajador debe ser más solidario con los vecinos que está en el medio de una situación económica muy complicada y a duras penas cumple con los tributos”.

“Las garantías constitucionales de los rosenses no están dadas. Esta Municipalidad nunca pagó los paros provinciales porque estamos a derecho. Entonces iniciaron un paro para cobrar los días de paro y se metieron en una jugada muy difícil de salir porque estás haciendo un paro para cobrar un paro que no cobraste y no hubo un reclamo administrativo, sino que fueron derecho a la medida de fuerza. Esto es una toma porque hay 150 empleados que están trabajando y no están haciendo ningún tipo de reclamo.”, interpretó Meyer. Agregó que “la gente que quiso trabajar no lo pudo hacer, hubo quemas de cubiertas, arruinaron el frente de un negocio, rompieron vidrios, hicieron un desastre”.

Meyer aseguró además que se denunció penalmente al secretario del Sindicato de trabajadores Municipales y Comunas Adheridas (Sitram). “No se puede dejar librado al antojo de un delegado gremial que te traba la Municipalidad una o dos horas por día porque te frena la obra pública y la prestación de servicios. Parece una extorsión al intendente y a la comunidad”, concluyó.

Lo que dice el gremio

El abogado del Sitram Guillermo González atribuyó la situación a la falta de comunicación del intendente sobre este error. “El día en que fueron a cobrar, el trabajador se enteró que le faltaba plata y no sabía por qué. Después el intendente lanzó una resolución donde informaba al sindicato del error administrativo. Pero la gente ya estaba enojada por la falta de información. La gente muchas veces reacciona por experiencias anteriores. Como a muchos ya les descontaron adicionales, cuando vieron que le sacaban plata se enojaron”, explicó.

González reconoció que la relación entre el sindicato y el intendente es difícil porque no hay comunicación y “ello lleva muchas veces al choque. A veces el problema son las formas. Si te tocan el sueldo y no te avisan el trabajador se enoja. Aceptamos el error, no queremos una pelea y no vamos a hacer un conflicto por esto”.

“Vino personal de Festram para analizar las liquidaciones de sueldos, si el intendente nos hubiera avisado del error probablemente nos hubiéramos puesto de acuerdo en la manera en que llegábamos a emparejar la situación. De hecho, le hicimos una propuesta de que el excedente se vaya descontando de manera escalonada pero no lo aceptó”, agregó. El abogado estaba confiado en arribar a un acuerdo. “No hay cuestiones ni personales ni políticos, sino que se deben buscar canales de diálogo”, dijo antes de que el conflicto llegara a su máxima tensión.

Sin embargo, reconoció que también hay un reclamo que viene de años y es el pedido de pase a planta permanente de gente que tiene varios años trabajando de manera irregular. Sobre este tema, Meyer aseguró que en la discusión ya no se habla del error administrativo de uno de sus compañeros, sino de pase a planta de personal contratado y lo atribuyó a que se está en “un año electoral, donde hay intereses políticos y se confunde a los trabajadores con promesas y muchos adhieren sin tener una información clara”.

Por su parte, el secretario general de la Federación de Sindicato de Trabajadores Municipales (Festram) Ignacio Jesús Monzón, consideró que “el intendente de Las Rosas se cree el dueño de la Municipalidad e incita a la violencia” y propuso armar una mesa de diálogo para encontrar una solución.

“La postura es clara. Tuvimos 48 horas de paro a nivel provincial en reclamo de asignaciones familiares y la mala atención de Iapos. En 364 comunas de la provincia pagaron los días de paro, porque era lo que correspondía”, contó Monzón y añadió que “acá nadie se hace responsable. Ayer había más de cien policías, en la ciudad nadie se hace responsable de lo que ocurre y el intendente ayer hizo una reunión en una plaza con vecinos incitando a la violenciainsultando al gobernador y al fiscal que interviene. El cree que es dueño de la verdad”.

El intendente habla de que los trabajadores son violentos pero él, que está del otro lado, es violento y ahí empiezan los problemas. Me parece que lo mejor que nos puede pasar es armar una mesa de diálogo para arribar a una solución”, concluyó Monzón.

Fuente: https://www.lacapital.com.ar/la-region/balas-goma-y-gases-tension-un-conflicto-municipales-y-el-intendente-las-rosas-n10067530.html