El atentado a Cristina Kirchner puso el foco del debate en los discursos violentos cada vez más extremos promovidos en la escena política y los medios de comunicación. “Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos de la sociedad argentina”, dijo anoche el Presidente Alberto Fernández durante un mensaje por Cadena Nacional.
En un breve repaso de los últimos meses pueden verse varios de estos discursos extremos que promueven la violencia: van desde la negativa del jefe de Gobierno porteño a acatar una medida judicial; a la titular del principal partido de la oposición, Patricia Bullrich, exigiendo firmeza y que “ninguna Cristina de la esquina de su casa”; y pasando por las horcas y bolsas mortuorias durante las protestas opositoras y los escraches, amenazas y piedrazos a la vicepresidenta.
Escrache y amenaza de muerte
No hay que irse muy lejos en el tiempo para reconocer un antecedente directo de una agresión contra la vicepresidenta. El Instituto Patria presentó en julio una denuncia penal por la posible comisión de los delitos de “intimidación y amenazas de muerte” en “perjuicio de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner“, daños “a la propiedad” e “incumplimiento de los deberes de los funcionarios”, a raíz de unos hechos registrados frente a su sede en la ciudad de Buenos Aires.
Se debe a que el jueves 21 de julio pasado, a las 18, “un grupo de 10 personas —que se viralizó por escrachar y amedrentar a funcionarios de todos los partidos políticos pidiendo medidas conservadoras— irrumpió en la vereda de la calle Rodríguez Peña 80, donde funciona el Instituto Patria, comenzando a proferir violentas amenazas de muerte e intimidaciones en perjuicio de la vicepresidenta y de todos los integrantes de la institución”.
En la denuncia se advirtió que a la gravedad de las intimidaciones se le sumó “la actitud pasiva de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires —que durante el operativo del fin de semana habría portado balas de plomo, cuando está prohibido por la ley—, que se aprecia en el video acompañado, que permite que las personas que se encuentran en el lugar arrojen basura, pinten paredes y cuelguen carteles con todo tipo de carteles amenazantes”.
Piedrazos al despacho de Cristina
Apenas unas semanas antes, a mediados de marzo, un grupo de manifestantes atacó con piedras el despecho de la vicepresidenta. Si bien en ese momento estaba en una reunión con senadores del Frente de Todos, afortunadamente ninguna persona resultó herida.
“Otra vez… inmensa pena”, escribió la vicepresidenta Cristina Kirchner para referirse a los incidentes frente al Congreso, mientras se debatía en la Cámara de Diputados la renegociación del acuerdo con el FMI. En aquel momento desde el Frente de Todos se consideró que estos hechos no podían “permitirse en la democracia argentina”. Sin embargo, como sucedió, las agresiones siguieron sucediendo.
Pedido de pena de muerte para Cristina
Sin ir tan lejos, hace apenas unos días, el 22 de agosto, el diputado del PRO Francisco Sánchez aseguró que la vicepresidenta Cristina Kirchner “merece la pena de muerte” luego de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieran 12 años de prisión para la exmandataria.
“12 años por robar impunemente es casi nada. El año pasado presenté un proyecto de ley para que este tipo de delitos sean considerados traición a la Patria. Merecen la pena de muerte, no una liviana prisión domiciliaria”, escribió Sánchez en su cuenta de Twitter.
Patricia Buillrich y la interna del PRO
El operativo de seguridad dispuesto por la Policía de la Ciudad este fin de semana en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta también generó una escalada en el discurso de odio. Es que, de cara al 2023 y atentos al avance de los partidos de extrema derecha libertaria, Juntos por el Cambio vive una caliente interna donde se pone en juego la representación del electorado más conservador.
Como muestra se pueden ver las exigencias de Patricia Bullrich al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que no paró de reprocharle el retiro de las fuerzas policiales de la esquina de la casa de Cristina Kirchner. La titular del PRO pidió represión, corchazos de bala de goma, y recordó: “Como hice yo durante nuestro gobierno”.
Ricardo López Murphy: “Son ellos o nosotros”
Fuera de tono democrático, en medio del debate por la actitud represora de la policía porteña contra los manifestantes que se manifestaban el sábado pasado a favor de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el diputado nacional y exministro de Economía de Fernando de la Rúa, Ricardo López Murphy, habló de “ellos o nosotros”.
“¿Qué es lo que se proponen? ¿Cada uno demostrar que es más duro respecto de un rector político? ¿Qué es este fomento de la violencia? ¿Quién es el que siembra el odio, el que habla de ellos o nosotros? Ni ellos ni nosotros. En una democracia no hay un ellos o nosotros. Eso lo podía decir Hitler”, cuestionó el exjuez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni por AM750.
“Es orden o es caos. Se avecinan tiempos difíciles, porque nos enfrentamos a una banda de delincuentes, de incendiarios, de políticos corruptos e incompetentes. Tenemos el deber de enfrentarlos sin vacilaciones, por la libertad. El único camino es la ley”, señaló el exministro que, en sus pocos días en Hacienda, propuso reducir las cuentas fiscales, bajar los salarios, jubilaciones, despedir empleados públicos y recortar los presupuestos de salud, educación y asistencia social.
García Moritán: demoler un edificio para evitar piquetes
En otro plano, el legislador de la Ciudad de Buenos Aires, Roberto , presentó un insólito proyecto que busca demoler el emblemático edificio del Ministerio de Desarrollo Social, ubicado en la Avenida 9 de julio y actualmente bajo el mando de Juan Zabaleta, con el objetivo de “mejorar la circulación y disminuir piquetes”, en el marco de los reclamos sociales que se dieron en los últimos meses.
“Acabo de presentar un proyecto de ley para demoler el edificio de Desarrollo Social ubicado en la 9 de Julio. En lo que va del año hubo más de 600 piquetes y cortes en la CABA por culpa de Nación. Resuelvan sus conflictos en otro lado y no le jodan más la vida a los demás”, publicó Moritán.
Horcas y bolsas mortuorias contra Alberto Fernández
En febrero, durante una marcha opositora contra el Gobierno se sumó una instalación que generó el rechazo casi unánime, empezando por el propio presidente Alberto Fernández, ya que instalaron frente a la Casa Rosada bolsas negras rellenas con forma de cadáveres a las que encima les imprimieron distintos nombres. En un cartel figuraba Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, otro hacía alusión a “los pibes de La Cámpora” y también había uno que llevaba como etiqueta “El sobrino de Ginés”.
El mensaje detrás de la macabra presentación, que muchos asociaron a las prácticas de la última dictadura cívico-militar, fue rápidamente cuestionado por el presidente. “La forma de manifestarse en democracia no puede ser exhibir frente a la Casa Rosada bolsas mortuorias con nombres de dirigentes políticos”, escribió en su cuenta de Twitter. Allí tildó de “lamentable” la presentación y destacó que eso demuestra “cómo muchos opositores conciben la República”. “No callemos ante semejante acto de barbarie”, concluyó.