El guardameta enterró el estigma de los penales con una intervención decisiva cuando el duelo por Copa Argentina estaba 1-0 en favor del Millonario
A River Plate le había costado quebrar la resistencia de Excursionistas en Santa Fe, por los 32avos de final de la Copa Argentina. Miguel Borja, a los cuatro minutos de partido, terminó abriendo el score tras capitalizar un rebote. Pero, cuando parecía que el Millonario podía empezar a despojarse de tensiones, Leonel Barrios picó ante un balón filtrado, Ramiro Funes Mori le acomodó sin querer la dirección y, cuando vio salir a Franco Armani, le corrió justo el esférico, al punto que el arquero terminó cometiéndole penal. Sí, un penal otra vez como obstáculo para el Millonario. Pero el final fue distinto esta vez…
Armani, de 37 años,. edificó una gran carrera y se ganó un lugar de privilegio en el olimpo de Núñez. Bonus track: fue campeón con la selección argentina de la Copa América y del Mundial de Qatar. Pero en el último tiempo los penales se convirtieron en su karma. Y él había cometido este, que ponía en riesgo la clasificación de su equipo a 16avos de final.
Después de la atención médica, se paró en la línea, con la intención de torcer su mala racha. Barrios apuntó del centro a la izquierda, justo hacia donde se arrojó el portero, que con su guante zurdo desvió la trayectoria (¿se adelantó un poco?). Todo River se acercó a saludarlo y se lo notó emocionado. Celebró con efusividad y miró al cielo, como agradeciendo.
Para ser justos con Armani, en la definición ante Rosario Central por la pasada Copa de la Liga le contuvo el remate a Campaz, pero la falta de contundencia de sus compañeros opacó su conquista y el Millonario temrinó eliminado.
El último duelo desde los 12 pasos ganado por Armani en los 90 minutos había sido el 23 de octubre de 2022, en aquella definición de la Liga Profesional frente a Racing (terminó en victoria 2-1 de la Banda y el título fue de Boca).
En enero, el ex Ferro y Atlético Nacional de Medellín había hablado sobre el karma de los penales. Y su mensaje había resultado optimista. “Del otro lado, tenés rivales que te estudian. Si vamos al caso de Rosario Central, creo que el arquero de ellos (Fatura Broun) nos estudió muchísimo y tenía claro dónde iba a patear. A veces puede salir y a veces no, también juega la cabeza. Creo que a la hora de ir a patear un penal, juega la buena suerte”, analizó. Y completó; “En el caso nuestro, también estudiamos a los rivales, pero son muy cambiantes. Por ahí ves a un rival que pateó tres penales a la derecha y contra nosotros patea para la izquierda. Creo que en algún momento de este año se nos va a dar. Hay que tenerse fe y no volverse loco ni hacerse la cabeza”.
Pues bien, a él se le dio rápidamente. Y cuando su equipo lo necesitaba. “Era una lástima, porque prácticamente ellos no habían llegado al arco, el esfuerzo del equipo era muy grande, muy pesado el clima… Pero gracias a Dios se pudo atajar, le pude dar un respiro al equipo. Fue una jugada clave, se ponían 1-1, se nos había hecho difícil entrar. Hay que seguir de esta manera, mientras uno siga trabajando, las cosas van a salir. Tengo que seguir mejorando, a la edad que tengo sigo aprendiendo”, dio una lección de humildad.