Mariano Herrón finalizó su fugaz campaña como técnico interino de Boca, con cuatro puntos sobre nueve: victoria contra Barracas Central, empate ante Monagas y derrota ante Colón, en otra actuación decepcionante. El equipo santafesino que logró su primera victoria en el campeonato y salió del último puesto golpeó dos veces, una en el arranque del partido y otra en el final, y se llevó una victoria que resultó un exagerado premio.
Sergio Romero, Roncaglia, Figal, Fabra, Guillermo Fernández, Varela, Ramírez, Villa y Benedetto, que habían jugado contra Monagas en el debut de la Copa Libertadores, dejaron sus lugares a Javier García, Advíncula, Valentini, Sández, Medina, Ezequiel Fernández, Oscar Romero, Briasco y Merentiel. Solo dos repitieron: Valdez y Langoni.
Otro Boca. Más suplentes que titulares y problemas similares, sobre todo en cuestiones defensivas. La endeblez quedó expuesta en el arranque del partido, cuando una vacilación de los centrales en una pelota llovida le permitió a Wanchope Abila meter el puntazo sobre la salida de García, y clavar el 1-0. Y quedó mucho más a la vista cuando en tiempo de descuento, Advíncula cometió un grueso error descuidando a Teuten, quien llegó sólo y tuvo tiempo para medir el remate y puso el 2-1 definitivo que deja a Boca muy lejos de la pelea en los primeros puestos.
En su peor momento sobre la media hora del segundo tiempo, el equipo local había logrado el empate parcial con un remate de media distancia de Oscar Romero, que se desvió en Garcés y descolocó a Ignacio Chicco. Boca había disparado muchísimas veces desde lejos procurando sorprender al arquero santafesino, pero la mayoría de sus disparos se habían ido por arriba del travesaño. En este tiro el rebote le dio una buena mano al volante paraguayo.