El matemático argentino Luis Caffarelli ganó el prestigioso premio Abel, considerado el Nobel de las matemáticas, por su trabajo con las “ecuaciones diferenciales parciales”, que permiten describir fenómenos tan diferentes como el problema del hielo que se derrite en el agua o el crecimiento de las poblaciones.
Se trata del primer sudamericano en recibir este prestigioso premio noruego, que comenzó a entregarse en el año 2003, y su dotación es de 7,5 millones de coronas noruegas (676.500 euros).
Matemático sumamente prolífico, Cafarelli realizó más de 130 colaboraciones y asesoró a más de 30 estudiantes de doctorado durante medio siglo. Además, obtuvo numerosos galardones, como el Premio Leroy Steele a la trayectoria otorgado por la Sociedad Matemática Americana, el Premio Wolf y el Premio Shaw.
“Toda una vida de trabajo”
Profesor de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, Caffarelli, de 74 años, fue distinguido por su “contribuciones fundamentales a la teoría de la regularidad de las ecuaciones diferenciales parciales no lineales”, anunció la Academia Noruega de Ciencias y Letras.
“Es un honor recibir esta distinción, que pone de relieve toda una vida de trabajo”, dijo el argentino egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y aseguró estar “sorprendido” y “contento”, en declaraciones a la agencia de noticias noruega NTB.
Las ecuaciones diferenciales
Las ecuaciones diferenciales son herramientas utilizadas por los científicos para predecir el comportamiento del mundo físico y aparecen como leyes de la naturaleza para describir fenómenos tan diferentes como el fluir del agua o el crecimiento de las poblaciones, precisó la Academia Noruega a través de un comunicado.
Estas ecuaciones han sido objeto constante de intenso estudio desde la época de Isaac Newton. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por parte de numerosos matemáticos durante siglos, las soluciones de algunas de las ecuaciones clave siguen sin resolverse.
Las ecuaciones diferenciales desempeñan un papel de primer orden en numerosas disciplinas, entre las que se incluyen la física, la economía y la biología.
Los aportes de Caffarelli
El trabajo del matemático se refiere en gran parte a asuntos de frontera libre, como el problema del hielo que se derrite en el agua, donde la frontera libre es la fase intermedia entre el agua y el hielo, que es parte de lo desconocido y que está por determinarse.
Caffarelli aportó soluciones esclarecedoras a estos problemas con aplicaciones a las interfases sólido-líquido, a los flujos de chorro y de cavitación, a los flujos de gases y líquidos en materiales porosos, así como a las matemáticas financieras, según se indicó.
“Pocos otros matemáticos vivos han contribuido tanto a nuestra comprensión de las ecuaciones diferenciales parciales como Caffarelli”, agregaron en el texto.
La academia del país nórdico destacó en particular las contribuciones del laureado durante más de 40 años a la teoría de la regularidad, que refiere a la regularidad de las soluciones, algo esencial en los cálculos numéricos, ya que la ausencia de regularidad “mide la salvajez con que la naturaleza puede comportarse”, se explicó.
“Al combinar su brillante conocimiento geométrico con ingeniosas herramientas analíticas y métodos, ha tenido y continúa teniendo un impacto muy importante en el campo“, afirmó Helge Holden, presidente del comité Abel.
Los mensajes tras el premio
La Universidad de Texas felicitó en un comunicado a su profesor
por haber recibido “el honor más alto en matemáticas”. “Luis Caffarelli ha introducido nuevas e ingeniosas técnicas que muestran una brillante perspicacia geométrica”, dijo en un comunicado el presidente de esta universidad, Jay Hartzell.
“Cambiar el mundo empieza por entender el mundo y Luis ha ayudado a hacer avanzar la comprensión de la humanidad de algunos de los problemas más formidables en matemáticas”, agregó.
El presidente Alberto Fernández también destacó el galardón y celebró a Caffarelli como “otro ejemplo del infinito talento argentino”. “Nuestra educación pública nos enorgullece”, escribió el mandatario en tuiter.
El premio Abel, el “Nobel de las Matemáticas”
Bautizado en homenaje al matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829), el premio está financiado por el Gobierno del país escandinavo. Caffarelli recibirá la distinción en Oslo el 23 de mayo durante el acto de entrega.
Caffarelli sucede al estadounidense Dennis Parnell Sullivan, quien había ganado el premio Abel el año pasado por sus trabajos en materia de topología y teoría del caos.